Ser 'más que un club' o pretender serlo implica tomar decisiones pensando mucho más allá de la vertiente deportiva del Barça. Hoy, la junta directiva de Bartomeu no lo ha hecho y, ante la negación de la Liga de no querer suspender el partido, ha decidido jugarlo a puerta cerrada para no perder seis puntos en la clasificación. Y eso ha generado bastante controversia en las redes sociales.

Mientras en los despachos del club blaugrana se debatía sobre la decisión final horas antes del teórico inicio del partido, muchos aficionados han mostrado su voluntad de aplazarlo para evitar que el fútbol fuera protagonista en un día en que no tenía que serlo. Por este motivo, una vez se ha anunciado la celebración del partido, aficionados del Barça, del fútbol en general y diferentes personalidades han criticado la decisión. Aquí algunos ejemplos:

La directiva tenía la última palabra y no ha estado a la altura, por lo menos según los aficionados blaugrana y personas del entorno del club.