El Real Madrid ha cumplido con los pronósticos contra el Eintracht de Frankfurt, a quien no ha dado prácticamente opción en la Supercopa de Europa (2-0). Los goles de David Alaba, a la salida de un córner, y de Karim Benzema, han sellado el partido que ha servido para que los blancos empaten al frente del palmarés de este título con Barça y Milan.

Ancelotti confía en los Campeones de Europa

En el primer partido oficial para los madridistas, Carlo Ancelotti ha cumplido su palabra y ha dispuesto sobre el Estadio Olímpico de la capital finesa el mismo 11 que los hizo levantar la 14ª Champions League ahora hace unos meses. Con estos mismos protagonistas, los mecanismos están más que interiorizados, y casi ganan por inercia. En frente, un Eintracht de Frankfurt, vigente ganador de la Europa League y con más rodaje que los blancos.

Alineación Real Madrid Supercopa de Europa / Foto: EFE
El 11 del Real Madrid, idéntico al de la final de la Champions / Foto: EFE

Más rodaje, pero peores sensaciones. Porque en la primera jornada de Bundesliga salieron escaldados contra el Bayern (1-6), lo que hacía presagiar que no llegaban en las mejores condiciones para disputarle el título al Real Madrid. Pero en la primera media hora, no se ha notado demasiado esta teórica inferioridad. De hecho, aunque el dominio de la posesión era para los madridistas, la primera ocasión clara del partido ha llegado de los pies de Kamada en el minuto 14.

Kamada perdona y el Madrid reacciona y marca

El japonés ha aprovechado bien los espacios concedidos por la defensa blanca, pero se ha visto solo ante un gigante como Courtois y se ha precipitado en la definición, y el portero belga ha hecho añicos las esperanzas de marcar del japonés casi sin inmutarse. Eso ha servido como toque de atención para un Real Madrid que, dos minutos después, a punto ha estado de deshacer el empate. Vinícius, aprovechando una combinación entre Fede Valverde y Benzema, ha superado al portero Trapp, pero el brasileño Tuta, de forma providencial, ha desviado el tiro de su compatriota.

Vinícius quería ser protagonista, y de sus botas ha nacido la acción que ha desembocado en el primer gol del duelo. A la joven perla de los blancos le ha negado un gran gol Kevin Trapp, pero en el córner posterior, Benzema ha ganado el salto a su marcador, Casemiro ha dejado la pelota en el área pequeña y David Alaba, sin oposición, ha marcado el 1-0 en el minuto 37 para romper la resistencia germana.

El larguero evita el 2-0 de Casemiro

La final se habría podido acabar antes del descanso si Benzema hubiera estado más afinado, pero los alemanes han llegado a la reanudación más que vivos. Y lo han intentado aprovechar. Después de alguna llegada mal definida de los alemanes, el Real Madrid ha respondido con una ocasión clara de Vinícius, antes de que, a través de un doble cambio, Oliver Glasner intentara cambiar el partido.

El técnico austríaco, con una doble sustitución ofensiva, ha querido sacarse los miedos de encima, pero el primero a sacudirse los complejos ha sido Casemiro, que descolgándose de su zona habitual, y con un latigazo con pierna izquierda, se ha encontrado con el travesaño, que le ha negado el 2-0 a media hora para el final.

Benzema sentencia la final

Y, si Casemiro avisa, Benzema fusila. La conexión que tantas alegrías dio al madridismo el curso pasado empieza la temporada de la misma forma. Vinícius ha atraído la atención de la defensa desde la banda izquierda, y cuando ha visto la manera como hacerle llegar la pelota a Benzema, desde la frontal, ha definido con el interior y, con la colaboración clave de un Trapp desafortunado, ha ampliado la diferencia en el marcador y, emocionalmente, ha enterrado las opciones de remontada del Eintracht.

Celebración gol Álava Real Madrid Supercopa de Europa / Foto: EFE
Varios jugadores del Real Madrid celebran uno de los goles / Foto: EFE

Lo han intentado, con más fe que fútbol, pero los de Carlo Ancelotti tienen más que trabajados los partidos y así, y, por mucho que no estaba Luka Modric, que pone el tempo que él desea, todos son más que conscientes de cuándo hay que bajar el ritmo del partido para dejar que muera por su propio peso. No ha habido sorpresa ni reacción final, y los madridistas han celebrado, en Helsinki, su quinta Supercopa de Europa, hecho que les encumbra al puesto más alto del podio que, hasta ahora, compartían el Milan y el FC Barcelona.