Desde que se confirmó la llegada de Marcus Rashford al Barça, todo el mundo tenía claro que el más perjudicado sería Raphinha Dias. Porque ambos comparten la misma demarcación sobre el terreno de juego, y lo más probable era que el internacional brasileño tuviera que aceptar una pérdida de protagonismo, y reducir sus minutos. E incluso, se había filtrado que temía por la posibilidad de dejar de ser titular indiscutible como lo había sido durante la anterior campaña.
No es ningún secreto que el ex del Leeds United, del Sporting de Portugal o del Stade Rennais intentó hacer todo lo posible para que Joan Laporta y Deco no firmaran a un nuevo atacante. Después de haber traído a Roony Bardghji, consideraba que era una demarcación donde no era necesario fichar a nadie más, y se alegró enormemente cuando se confirmó la decisión de Nico Williams de firmar un nuevo contrato con el Athletic Club de Bilbao.
Pero cuando menos lo esperada, se acabó concretando el desembarco del crack del Manchester United, cedido por un año con opción a compra no obligatoria. El ‘11’ mostró su decepción, aunque desde el Camp Nou quisieron tranquilizarle, asegurándole que las cosas no cambiarían, y que seguiría teniendo la misma importancia. Y Hans-Dieter Flick le animó a seguir trabajando como hasta el momento, ya que ha sido un ejemplo en todos los sentidos.
Sin embargo, en los primeros amistosos de pretemporada ya se ha podido comprobar que esto no es del todo cierto. Porque, inevitablemente, Raphinha tendrá que cambiar su rol para permitir que ‘Hansi’ pueda introducir a Rashford en el césped, y que ambos puedan jugar juntos. Y el entrenador alemán ha tenido que cambiar de posición al astro sudamericano, y utilizarlo como media punta, una demarcación donde ya jugó el año pasado, pero en momentos muy puntuales.
Al parecer, es la manera más sencilla para poder encajar a todas las piezas, ya que considera imprescindible a Robert Lewandowski, y como alternativa al ‘9’ prefiere utilizar a Ferran Torres antes que al inglés.
Raphinha quiere jugar en la banda
Aunque siempre ha sido un profesional, y ha aceptado las órdenes de Flick sin protestar, Raphinha ha dejado muy claro que quiere seguir jugando en la banda, la posición donde más cómodo se encuentra, y destaca más.
No es ninguna coincidencia que las mejores cifras de toda su carrera las haya conseguido jugando como extremo.