El 3 de junio de 1986, Ana María Parera y Sebastián Nadal tuvieron su primer hijo en Manacor (Mallorca). Nació en un entorno familiar donde se respiraba puro deporte: su tío Miguel Ángel Nadal fue jugador del Barça y del Mallorca y su otro tío Toni Nadal, tenista. Precisamente fue con este último con quien empezó a dar sus primeras golpes con la raqueta. Este domingo, 9 de junio de 2019, el hijo de Ana y Sebastián acaba de ganar el Roland Garros por duodécima vez, una auténtica barbaridad.

Rafa Nadal se ha impuesto por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1 en la final de la Copa de los Mosqueteros contra un luchador Dominic Thiem. Ha sido un auténtico partidazo de ambos tenistas, pero que ha acabado decidiendo que el rey sobre la tierra batida es el de Manacor. El balear suma su 18º Grand Slam y se acerca a Roger Federer, con 20, que es quién tiene más.

Una Copa de los Mosqueteros para la historia

El camino de Nadal para llegar a la final no ha sido nada fácil. El balear ha superado a Hanfmann, Maden, Goffin, Lóndero, Nishikori y Federer. Sólo cedió un set contra el belga y los aficionados parisinos asistieron a una semifinal histórica entre Nadal y Federer. Hacía ocho años que el español y el suizo no se veían las caras en París, presagio que esta sería una Copa de los Mosqueteros especial.

Por su parte, el trayecto de Thiem no ha sido un camino de rosas. El austríaco ha dejado atrás a Paul, Bublik, Cuevas, Monfils, Khachanov y Djokovic para llegar a la final. La dinámica ganadora de Thiem y los cuatro días seguidos jugando hasta este domingo le han dado la energía suficiente para ir resistiendo los ataques de Nadal, sin embargo, al final, las piernas han sufrido el esfuerzo.

Rafa Nadal Thiem Final Roland Garros EFE

Nadal y Thiem se conocen a la perfección, se han visto las caras en doce ocasiones, la decimotercera con la final de hoy, y el balance de victorias es favorable al balear. 8 triunfos del español por 4 del austríaco hasta la fecha y la última vez que se habían enfrentado fue en el Barcelona Open Banc Sabadell el pasado mes de abril.

En aquel partido, Thiem se impuso por un doble 6-4 y acabó levantando el título en la capital catalana. Nadal no acababa de encontrarse cómodo sobre la tierra batida, pero el tenis le había guardado un partido de revancha y en un escenario mucho más prometedor. Además, se reeditaba la final del año pasado en que el balear triunfó por 6-4, 6-3 y 6-2.

Partidazo entre Nadal y Thiem

La final de Roland Garros de este domingo ha sido un auténtico partidazo. El nivel de juego desde el primer momento ha sido altísimo y las sensaciones de ambos tenistas eran muy buenas. El favorito antes del partido era Nadal, pero con el inicio enérgico de Thiem ha habido la posibilidad de sorpresa.

Thiem Roland Garros 2019 EFE

Nadal no ha especulado en ningún momento y ha ido a por la victoria con firmeza a pesar del break de Thiem en el primer set. Cada punto ha sido una batalla y el balear y el austríaco se tenían que inventar golpes fantásticos para ir ampliando el marcador. El revés a una mano de Thiem hacía mucho daño, pero el de Manacor respondía con drives paralelos ganadores.

Los servicios se han impuesto en el segundo set y Thiem ha utilizado su derecha para ir sumando puntos. El partido ha subido el ritmo y la intensidad y Nadal se ha visto superado por el austríaco. Ha sido a partir del tercer set cuando el juego psicológico se ha impuesto al físico. Nadal se ha resistido a perder esta final y ha puesto una marcha más.

El balear ha sido una apisonadora en la tercera manga y ha llegado a sumar 11 puntos seguidos. No le ha afectado, negativamente, perder el segundo set y Nadal ha estado increíble. El cuarto set ha sido parecido al tercero y no ha tenido más trascendencia que la victoria abrumadora del mallorquín.

Los números del balear son de escándalo y en los 95 partidos que ha disputado en Roland Garros, ha ganado en 93 ocasiones. Nadal es el mejor de la tierra batida y este domingo ha escrito una nueva página en la historia del tenis.