Empiezan a salir a la luz los diferentes entramados de Ángel María Villar. El último al poner en duda la honestidad del trabajo de Villar al frente de la Real Federación Española de Fútbol ha sido un exárbitro de Primera División, Pino Zamorano, que en una entrevista a El Español asegura, sin pelos en la lengua, haber vivido presiones.

"A los árbitros se nos orienta para votar a Villar. Al final las elecciones las ganamos nosotros. Una de las pretensiones que tenía antes de las elecciones de este año era aumentar los votos de los árbitros porque son los que tenía controlados", ha señalado Zamorano, que además ha recordado situaciones donde, sospechosamente, diferentes compañeros fueron apartados sin motivo alguno.

"Por no querer firmar un papel contra López Nieto, que había hecho unas declaraciones contra Villar, Pérez Lasa, que iba a ser árbitro internacional, dejó de serlo, y a Daudén Ibáñez, que era 'top class' y podía arbitrar una final de Champions, lo bajaron a Segunda", ha señalado.

Pino Zamorano explica cómo la lista de árbitros que subían de categoría siempre tenía que pasar por las manos de Villar antes de hacerse oficial y estaba condicionada. "Me pidieron un 5% de lo que ganaba en Primera en concepto de representación arbitral. La lista de ascensos y descensos se la pasaban a Villar antes de publicarla para que diera su visto bueno. No es una cosa que me esté inventando. Eso lo he vivido yo. O estás con él o contra él", ha confesado.

Por otra parte también ha hablado de su etapa como asambleísta de la Federación, y de cómo fue elegido mediante un proceso poco democrático. "A mí me votó gente de toda España que ni me conocía. Todo está dirigido. Siempre nos dicen: 'hace falta votar a este, a este y a este para que en España salgan los asambleístas que queremos nosotros'", explica.

Con respecto a posibles partidos amañados, Zamorano se ha mostrado contundente a la hora de negarlo. "Que yo sepa no, al menos conmigo no. Si algún día alguien me hubiera dicho que tiene que ganar uno o el otro, te puedo asegurar que lo hubiera denunciado".

Finalmente, Zamorano ha reconocido que los árbitros tendrían que dar más la cara aunque admite que eso los podría perjudicar. "Yo hablo ahora porque no tengo nada que perder. Hasta eso lo tienen controlado. Incluso, si el exárbitro que sale a hablar es delegado de partidos -encargados de hacer informes sobre la actuación de los árbitros-, lo sacan del medio".