El futuro de Kevin De Bruyne en el Manchester City ya tiene fecha de caducidad: el belga se despedirá del club al final de la temporada 2024-25, poniendo fin a una etapa gloriosa en la que fue el eje del juego de Guardiola. Con su adiós confirmado, el club inglés ha intensificado la búsqueda de un sustituto a la altura, y el nombre que más fuerza ha cobrado en los despachos de Mánchester es el de Dani Olmo, actual centrocampista del FC Barcelona.
Guardiola conoce bien el talento del internacional español desde su etapa en el RB Leipzig, donde se consolidó como una de las grandes promesas del fútbol europeo. Ya entonces, el City valoró seriamente su fichaje, y ahora, tras su llegada al Camp Nou el pasado verano, vuelve a la carga. La situación administrativa del Barça, con problemas de registro y presiones externas, ha reabierto una puerta que en julio de 2024 parecía cerrada.

Guardiola ve a Olmo como el ideal para su fútbol asociativo
El perfil de Dani Olmo, técnico, móvil y versátil, se ajusta perfectamente al sistema posicional de Guardiola. Capaz de jugar como interior, extremo o mediapunta, su inteligencia táctica y capacidad para romper líneas lo convierten en una opción muy atractiva para el City. La salida de De Bruyne dejará un vacío difícil de llenar, pero en el Etihad creen que Olmo puede ser ese futbolista que combine calidad, compromiso y lectura de juego.
Pese a que su contrato con el Barça está blindado hasta 2030 con una cláusula de 500 millones de euros, la clave está en la inscripción federativa. Si el Barça no logra garantizar su plaza definitiva en el sistema de LaLiga para la 2025-26, Olmo podría quedar en una situación contractual vulnerable. De ahí el interés del City, que ya ha sondeado al entorno del jugador y no descarta presentar una oferta este mismo verano si detecta grietas en la estructura jurídica azulgrana.
El Barça cierra la puerta, pero la presión externa aumenta
Desde el club catalán niegan cualquier intención de negociar por Olmo. El ex del Leipzig fue el fichaje estrella del pasado mercado y una apuesta personal del área deportiva para dar un salto de calidad en el centro del campo. Además, el jugador ha reiterado en varias ocasiones su deseo de triunfar en el Barça, club donde se formó antes de emprender su carrera en el extranjero. "Barcelona es la primera y última opción", aseguró su agente Andy Bara el pasado diciembre.

Sin embargo, el contexto económico e institucional del Barça sigue generando incertidumbre. La intervención del Consejo Superior de Deportes (CSD) desbloqueó su inscripción provisional esta temporada, pero LaLiga aún no ha garantizado la viabilidad de su contrato a largo plazo. Ante ese escenario, el City —y también el Arsenal— seguirán atentos, a la espera de que un desliz administrativo permita soñar con una incorporación estratégica.