La complicada crisis económica que atraviesa el Barça desde hace varios años provoca que tengan que tomar decisiones dolorosas. Y tendrán que vender a múltiples jugadores de la plantilla, para obtener ingresos y rebajar la masa salarial. Y, por supuesto, también están obligados a renunciar a la incorporación de diversos fichajes que no consideren prioritarios. Sorprendentemente, entre ellos se ha colocado a un lateral derecho.

A pesar de que para mucha gente sea la posición que más urge mejorar, y donde deben de traer a alguien de forma obligatoria, Joan Laporta y Mateu Alemany no piensan lo mismo. De modo que han paralizado las conversaciones con dos futbolistas que sonaban con fuerza para desembarcar en el Camp Nou, y reforzar esa parcela. El primero de ellos es Juan Foyth, del Villarreal, que el verano anterior ya estuvo en negociaciones para aterrizar.

En ese momento, el elevado precio de salida que le habían colocado provocó que no fuera posible. Y la historia se ha vuelto a repetir de nuevo, ya que los 40 millones de euros que serían necesarios para sacarlo del Estadio de la Cerámica le convierten en un objetivo inasumible. Más o menos lo mismo se aplica con Benjamin Pavard, que también estaba en la agenda de Xavi Hernández, y cambiará de aires con casi total seguridad este verano.

Finaliza contrato con el Bayern de Múnich en 2024, y no está interesado en renovar. Aunque también habrá que tener paciencia en este caso, debido a que no conocemos los planes que Thomas Tuchel tiene con el ex del LOSC Lille y del VFB Stuttgart. Lo que estaba claro es que con Julian Nagelsmann no tenía futuro, pero de todos modos, los más de 30 ‘kilos’ que piden los alemanes por el campeón del Mundial de Qatar provocan que el Barça tenga que olvidarse de él.

De esta forma, ninguno de los dos campeones del Mundo vestirá de azulgrana. Y Laporta y Alemany han diseñado otra hoja de ruta.

El Barça confiará en lo que tiene

Xavi deberá de seguir confiando en Ronald Araújo, Jules Koundé y Sergi Roberto para ocupar la banda derecha. En el Barça están satisfechos con el rendimiento que han ofrecido los dos primeros cuando han tenido que actuar allí, pese a que no sea su rol ideal, mientras que el de Reus es una alternativa interesante por su experiencia y polivalencia.

Sin olvidar a Julián Araújo, que aterrizó en enero para jugar en el filial, procedente de Los Ángeles Galaxy, aunque no podrá jugar ningún partido oficial hasta la próxima campaña.