El Barça vive un momento de dudas en defensa. Y uno de los nombres que más preocupa a Hansi Flick es el de Pau Cubarsí. El joven central, que la temporada pasada fue una de las grandes revelaciones, no está ofreciendo el mismo nivel. En el club lo saben. En el vestuario también. Y detrás de su bajón hay un motivo claro: un problema con Flick que se agrava con el paso de las semanas.

Todo comenzó con un cambio de posición. Cubarsí es diestro, pero el técnico alemán decidió colocarlo como central zurdo tras la marcha de Iñigo Martínez al fútbol árabe. Desde entonces, nada ha vuelto a ser igual. El canterano se ha visto forzado a jugar incómodo, girando el cuerpo constantemente y arriesgando más de lo habitual en la salida de balón.

Iñigo Martinez Pau Cubarsi Barça EFE
Iñigo Martinez Pau Cubarsi Barça EFE

Flick insiste en poner a Pau Cubarsí en la izquierda

Flick le ha repetido en varias charlas que confía plenamente en él, que lo considera su “defensa más técnico”, pero esa confianza se ha convertido en una carga. Cubarsí no se siente libre, ni seguro. Su juego ha perdido naturalidad. Su precisión en los pases ha bajado. Sus estadísticas lo confirman: menos acierto, más pérdidas y una menor participación ofensiva desde atrás.

La tensión se nota incluso en los entrenamientos. Flick le exige al límite. Le pide que asuma responsabilidades, que lidere la zaga y que corrija a sus compañeros. Pero el joven defensa, de solo 18 años, siente la presión. Fuentes del vestuario reconocen que Pau ya no muestra esa frescura que deslumbró al técnico alemán en sus primeros meses.

El problema es táctico, pero también emocional. Cubarsí no entiende por qué no puede volver a su perfil derecho, donde se siente cómodo y desde donde construyó su gran temporada anterior. Pero Flick necesita equilibrio en la salida y considera que Pau es el que mejor puede hacerlo desde la izquierda.

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El Barça celebra un gol

El problema se extiende a la Selección Española

Sin embargo, los resultados no están acompañando. El Barça ha encajado demasiados goles en los últimos partidos y la línea defensiva ha perdido sincronía. Ni con Araujo, ni con Eric Garcia, ni con Christensen: el joven canterano no ha recuperado su mejor versión. En los pasillos del club, ya se debate si Flick está forzando demasiado la situación. Incluso en la selección española, Luis de la Fuente lo ha utilizado en el mismo perfil izquierdo, prolongando su incomodidad.

El propio jugador intenta no mostrar frustración, pero se le nota. Su lenguaje corporal habla. Su rendimiento lo confirma. Cada partido que pasa, el problema con Flick crece. El técnico, sin embargo, sigue convencido con la idea. Mientras tanto, el Barça se resiente. La solidez defensiva se ha diluido, y el prometedor central que parecía indestructible ahora duda.