Tras el 6-1 contra el Olympiacos en el choque correspondiente a la tercera jornada de la fase de liguilla de la Champions League, el FC Barcelona ya está pensando en el Clásico del domingo. Un partido en el que estará en juego, entre otras muchas cosas, el liderato.

Un partido para el que Hansi Flick recupera a algunos efectivos. Ferran Torres ya está entrenando con normalidad. Mientras que Raphinha también se ha incorporado al grupo. Dos grandes noticias para un Barça que tiene la enfermería abarrotada. Sin embargo, todavía queda notas negativas. Y no están entre las bajas. Jules Koundé atraviesa uno de sus momentos más bajos desde que llegó al club.

Ayoub El Kaabi y Jules Kounde en el Barça-Olympiacos / Foto: EFE

Koundé está firmando su peor inicio de temporada en el Barça

El problema no es nuevo. Desde el inicio de la temporada, Koundé ha mostrado signos de desconexión. Errores en salida de balón, pérdidas en zonas peligrosas, falta de intensidad en los duelos y, sobre todo, una inseguridad impropia de un jugador de su categoría. En los entrenamientos, sus compañeros intentan animarlo. Le ofrecen apoyo y confianza, pero la sensación es que el Barça juega con diez cuando el francés no está al nivel.

Hace apenas un año, Koundé era un pilar del equipo. Brilló como lateral derecho y fue clave para conquistar la Liga, la Supercopa y la Copa del Rey. Incluso marcó el gol decisivo en la final contra el Real Madrid. Era fiable, veloz y contundente. Tanto, que Laporta rechazó ofertas millonarias de clubes ingleses y Deco priorizó su renovación. Pero todo ha cambiado. Esta temporada, el defensa no ofrece seguridad. Comete errores que antes no existían y parece haber perdido la confianza en sí mismo.

Seria preocupación en la línea defensiva

Flick lo sabe. El técnico alemán ha intentado protegerlo y hablar con él en privado. Quiere recuperarlo. En partidos importantes, como ante el PSG o el Girona, se le vio superado y lento. En el Clásico del domingo, el riesgo es alto: si Koundé no se recompone, el Barça puede sufrirlo.

Djené hace una entrada a Koundé en el Barça-Getafe

El cuerpo técnico percibe que la confianza del jugador está tocada. Se le ve tenso, sin soltura. En cada acción, duda. Su lenguaje corporal lo delata. Y aunque Flick intenta reforzarlo públicamente, puertas adentro nadie ignora el bajón. Los veteranos comentan que el francés necesita descanso. Y hay preocupación especialmente en la línea defensiva. Pau Cubarsí, Eric García y compañía callan, pero son conscientes de que su bajo estado de forma puede ser un problema serio en un partido tan exigente como el del domingo frente al Real Madrid.

Aun así, nadie duda de su compromiso. Koundé trabaja, escucha y no se esconde, pero su rendimiento no está al nivel del escudo que defiende. Su falta de concentración ha costado goles, y su liderazgo defensivo se ha diluido. El equipo lo nota. Cuando el francés falla, todo el bloque se resiente.