El Barça ha tenido un comienzo de año ciertamente complicado en cuanto a su nivel defensivo. El conjunto blaugrana ha encajado demasiados goles en estos primeros compases de campaña, donde entre algunos fallos de concentración por parte de los defensores del equipo, la falta de trabajo en presión por parte de los delanteros y las pérdidas en zonas comprometidas, ha quedado en evidencia que el equipo necesita acabar de pulir algunos aspectos para, como mínimo, alcanzar un nivel similar al que tenía la pasada temporada, donde parecía un equipo invencible e imparable por parte de sus rivales.

En este sentido, uno de los principales señalados ha sido Pau Cubarsí, que ha mostrado un nivel sustancialmente inferior al del año pasado. No está aportando esa seguridad que el equipo necesita y eso está pasando una seria factura al conjunto culé, donde ya no saben qué hacer para enderezar el rumbo. Sin embargo, el zaguero de Estanyol tiene claro que para que el equipo funcione como un reloj, lo principal es que el ataque vaya bien y la base de todo ataque es la salida de balón.

Araujo se ha convertido en un lastre para Cubarsí

Con la presencia de Ronald Araujo en el once del Barça, la salida de balón pasa a ser un aspecto muy sensible. El equipo no acaba de ser capaz de sacar el balón limpio y de forma ordenada. No encuentran al hombre libre y tienen serias dificultades a la hora de facilitarle el trabajo a los de arriba, que no reciben en situaciones de ventaja casi nunca si Araujo está en el campo. Todo eso se transmite a un Cubarsí, que en presencia del charrúa ve cómo la presión rival se centra en él y le complica todavía más la vida.

Ronald Araujo falta Sevilla Barça EFE

Flick, obligado a un sacrificio con Araujo

El problema de todo es que la presencia de Araujo en el equipo del Barça viene provocada, en términos generales, por el hecho de que Hansi Flick prefiere poner a Eric García de lateral, en vistas del mal momento que atraviesa Koundé. Eso lleva a que solamente quede Araujo como alternativa en el eje de la zaga. Algo que no le hace ninguna gracia a Cubarsí.

Así pues, hasta el propio central formado en La Masia ha evidenciado que no es algo nada positivo el hecho de tener que compartir posición con un Araujo que, a pesar de que es muy contundente en el cuerpo a cuerpo y aparenta ser un socio más que complementario, la realidad es que sus problemas en salida hacen que Pau Cubarsí parezca ser un jugador mucho peor del que realmente es.