Una de las decisiones que más beneficios han reportado en el Real Madrid de la última década fue la de poner a Zinédine Zidane como entrenador del primer equipo. El francés ganó tres Champions consecutivas, algo nunca visto antes en toda la historia, y además sumó dos ligas, dos Supercopas de Europa y otro par de España, además de un par de Mundiales de Clubes. Su trayectoria en los banquillos no es muy larga, pero tiene un denominador común, siempre ha sido en el Real Madrid. Pasó por uno de los juveniles, antes de ser segundo entrenador de Ancelotti en el primer equipo. Luego entrenó al Real Madrid Castilla, para posteriormente dar el salto al primer equipo. El modelo funcionó a la perfección, y se está intentando reproducir con otra leyenda blanca, Raúl González, que ya ha dirigido el filial madridista en las últimas tres temporadas.
Rendimiento discreto de Raúl con el Castilla
No obstante, parece que su progresión no está siendo tan meteórica como la de su predecesor. También es cierto que con el regreso de Carlo Ancelotti al primer equipo, y esta última temporada fantástica donde los blancos sumaron otra Liga de Campeones y un nuevo campeonato de Liga, la figura del técnico italiano ha salido muy reforzada. Pero si tuviera que haber cambios en el banquillo madridista, parece complicado que Florentino Pérez pudiera darle la alternativa a Raúl.

La pasada temporada, el Castilla acabó en una más que discreta undécima posición en el Grupo 2 de la Primera RFEF, y el objetivo tendría que haber sido, como mínimo, disputar la promoción de ascenso a Segunda División viendo que, por ejemplo, otro filial como el del Villarreal, con una plantilla cuyo valor de mercado era un tercio de la del equipo que dirigía Raúl, consiguió el ascenso. Es por ello que, aunque el principal objetivo de un filial es la formación de jugadores que puedan acabar en el primer equipo, la temporada del filial será examinada con lupa desde arriba.
Siguen sin ganar en la pretemporada
Porque además, no está nutriendo al primer equipo de futbolistas, como si está pasando, por ejemplo, en el Barça, el máximo rival, con los casos de Gavi, Nico o Alejandro Balde. Raúl sabe que deberá hacer un buen año, pero la pretemporada no ha empezado de la mejor manera. Aunque no se puedan sacar muchas conclusiones de los partidos de pretemporada, después de los tres primeros tests, el filial madridista sigue sin ganar. Primero, participó en un triangular en Xerez, donde jugó dos partidos de 45 minutos contra el anfitrión, de Segunda RFEF, y ante el Granada, recién descensido a Segunda División.

Contra los primeros empató a cero, mientras que ante los granadinos cayeron por la mínima. Después de esta primera toma de contacto, los de Raúl jugaron el pasado domingo contra el Real Unión de Irún, de su misma categoría, con un resultado final de 1-1, pese a adelantarse en el marcador. Queda casi un mes para que arranque la competición oficial, el fin de semana del 27 y 28 de agosto, pero las sensaciones deben ir mejorando, y los resultados, también. Raúl es consciente que deberá dar un paso adelante, o dos, para llamar a la puerta del primer equipo si se abre la posibilidad de seguir el camino que tomó en su día Zidane, que ha dejado el listón muy alto.