La competencia interna en el Real Madrid es muy dura, de eso se trata. Florentino Pérez siempre busca a los mejores futbolistas del mundo para hacer una plantilla lo más competitiva posible. En el Santiago Bernabéu nadie regala nada y para hacerse con un sitio en el 11 titular hay que ganárselo a base de esfuerzo, constancia y regularidad.

De nada sirve si se han pagado auténticos disparates, o si llegas bajo el cartel de estrella. Hay que hablar en el campo. Algo que parece no haber entendido Aurélien Tchouaméni. El centrocampista francés llegó a la capital para sustituir a Carlos Henrique Casemiro, tarea, por otro lado, difícil de completar. La salida apresurada del pivote brasileño implicaron que el joven jugador, procedente del Mónaco, tuviera que verse de golpe y porrazo en el 11 inicial de todo un Real Madrid, con todo lo que ello conlleva.

Aurélien Tchouaméni capcot / Foto: EFE
Aurélien Tchouaméni cabizbajo durante un partido del Real Madrid/ Foto: EFE

Tchouaméni decepciona

Tchouaméni, a pesar de las prisas y de no haber tenido tiempo de aprender de Casemiro, que se marchó al Manchester United, inició su andadura con buen pie. Fue el gran fichaje de Florentino la pasada temporada, pagó por él 80 millones de euros, y no parecía pesarle demasiado las expectativas puestas en él.

Sin embargo, tras el parón por el Mundial de Qatar, el futbolista nacido en Ruan parece haberse estancado. Dio un auténtico recital ante el Real Betis, haciendo gala de sus dotes técnicas, pero al regresar de Qatar, todo se fue a pique. Primero por las lesiones, que le impidieron disputar la Supercopa. Por si fuera poco, la actitud del futbolista durante su recuperación enfadó mucho al entorno blanco. Mientras su equipo se jugaba el pase a las semifinales de Copa ante el Villarreal, él se fue a Estados Unidos a ver un partido de la NBA, una conducta por la cual tuvo que pedir perdón.

Carlo Ancelotti serio / Foto: EFE
Carlo Ancelotti serio y de brazos cruzados / Foto: EFE

Pero luego, ha vuelto a los terrenos de juego y su regreso, está muy lejos de lo esperado. El francés no ha terminado de afianzarse como el pivote titular del Real Madrid, hasta tal punto que Carlo Ancelotti prefiere a Toni Kroos en esa demarcación, aunque al alemán no le gusta jugar ahí.

La suplencia ante el Chelsea, el detonante

Como decíamos, Tchoauméni llegó al Real Madrid para ser importante, pero no lo está siendo. Los partidos relevantes, cruciales, del Real Madrid los ha contado con cuenta gotas y casi todos ellos partiendo desde el banquillo. En el último enfrentamiento de Champions League ante el Chelsea, también fue suplente.

Tchouaméni banquillo / Foto: Europa Press
Aurélien Tchouaméni en el banquillo / Foto: Europa Press

Eduardo Camavinga le ha comido la tostada, y cuando no juega de lateral, está por delante de Tchouaméni. La suplencia ante el conjunto londinense ha sido el detonante para que el ex del Mónaco se esté planteando su continuidad en el conjunto blanco, a pesar de que solo lleva una campaña en el Santiago Bernabéu.

Su continuidad está pendiendo de un hilo y, o las cosas cambian mucho, o Aurélien Tchouaméni seguirá viendo los partidos como suplente. Deberá aprender de su compañero Camavinga que, con la boca cerrada y a base de grandes actuaciones, se ha ganado la confianza de Carletto. Si quiere ser titular, ya sabe lo que tiene que hacer, está en sus manos. Sin embargo, a día de hoy, su futuro está en el aire