Nico Williams vuelve a estar en el centro del mercado. En las últimas horas, los rumores que lo vinculan al Real Madrid han cobrado fuerza, generando sorpresa tanto en el entorno blanco como en el del FC Barcelona. Y es que el extremo del Athletic Club, que ha sido objetivo del Barça durante los últimos mercados, podría estar utilizando el nombre del eterno rival como estrategia de presión para reactivar el interés culé.
Desde el vestuario del Barça, muchos futbolistas han dejado claro en privado que les encantaría tener a Nico como compañero. Lamine Yamal, Ferran Torres, Pedri o Balde, todos ellos han coincidido con el navarro en la selección española y saben perfectamente lo que puede aportar en la banda izquierda. Sin embargo, el presidente Joan Laporta ha sido tajante en sus últimas declaraciones: El tren de Nico pasó el verano pasado. Ahora no es una prioridad.
Estas palabras han sido interpretadas como una forma de desmarcarse de la operación tras los problemas económicos que vive el club, pero también como una señal a Nico: si quiere vestir de azulgrana, tendrá que mover ficha él mismo. Y justo cuando parecía que todo se enfriaba, el nombre del Real Madrid ha entrado en escena.
Un encaje complicado en el Madrid
Que el Real Madrid esté interesado en Nico Williams genera muchas dudas, incluso dentro del propio Santiago Bernabéu. El club blanco ya cuenta con Vinicius, Kylian Mbappé y Rodrygo Goes, todos jugadores que ocupan espacios similares en el campo. Añadir a Nico a esa nómina de extremos suena poco realista, salvo que el club tenga pensado vender a alguno de los brasileños en el corto plazo, algo que hoy por hoy no parece probable.
Por eso, en el Barça sospechan que el supuesto interés blanco en Nico puede ser una maniobra del entorno del jugador para presionar a la directiva culé y provocar una reacción. "No es la primera vez que ocurre algo así en un mercado", apuntan desde el club. Lo cierto es que el deseo de Nico siempre ha sido jugar en un club que aspire a títulos, y el Barça ha sido su preferencia desde hace tiempo.
El factor económico sigue siendo clave
El gran obstáculo para que Nico Williams vista la camiseta azulgrana sigue siendo su cláusula de rescisión, que ronda los 58 millones de euros. Una cantidad que, aunque no prohibitiva, sí resulta difícil de asumir para el Barça si no logra antes una venta importante o una inyección económica inesperada. Laporta no quiere cometer errores financieros y considera que las prioridades del equipo están en otras posiciones, como la delantera centro o la portería.
Además, internamente se recuerda que el pasado verano se hizo un esfuerzo real por ficharlo, pero no se pudo cerrar la operación y el jugador optó por quedarse en el Athletic. Laporta cree que ese era el momento adecuado y no está dispuesto a dejarse arrastrar por un juego de presiones ahora.
¿Último intento del entorno de Nico?
La aparición del Madrid en los rumores puede ser el último intento del entorno del jugador para agitar el mercado y que el Barça vuelva a la carga. Pero en los despachos del Camp Nou tienen claro que, salvo cambio radical en el escenario económico o deportivo, no harán locuras por un fichaje que ya no consideran urgente.
El futuro de Nico Williams sigue en el aire, pero en el Barça no quieren actuar bajo presión. Y si el extremo quiere vestir de azulgrana, deberá esperar otro movimiento estratégico, o tal vez incluso, resignarse a que el tren, efectivamente, ya pasó.