La historia de Nico Williams con el Athletic Club parecía destinada a ser una de esas que acaban con final feliz. La temporada pasada, el extremo fue una de las grandes sensaciones del fútbol europeo. Brilló con España en la Eurocopa, despertó el interés de los grandes clubes del continente y se consolidó como una de las promesas más importantes del fútbol mundial. Todo apuntaba a que daría el salto definitivo. Pero hoy, el jugador cree que el Athletic lo ha engañado.
Después de su excelente rendimiento con la selección en verano de 2024, Nico tenía ofertas del Barça, del Chelsea y de equipos de la Premier League. Sin embargo, decidió quedarse en San Mamés. Apostó por la continuidad y por el proyecto de Ernesto Valverde, quien le garantizó un papel protagonista en un equipo con ambición europea. El objetivo era volver a la Champions League después de más de una década y competir de verdad en la Europa League.
La trayectoria del Athletic Club en la Champions League está siendo un desastre
El Athletic cumplió parte de su promesa. En LaLiga EA Sports, el equipo terminó cuarto, consiguiendo un billete histórico a la Champions. Pero la otra mitad del sueño se rompió pronto. En Europa, el conjunto bilbaíno fue eliminado con polémica por el Manchester United en semifinales. Y aunque el club dio un paso adelante, Nico Williams no pudo ser el líder que todos esperaban.
Las lesiones lo castigaron durante toda la temporada. Entre molestias musculares y problemas de recuperación, el extremo se perdió casi la mitad de los partidos. Aun así, el verano siguiente volvió a recibir llamadas de media Europa. Pero una vez más, renovó su contrato hasta 2035, confiando en un proyecto que le prometía luchar por todo. Y ahí empezó su decepción.
Nico Williams se siente engañado
Este curso, la realidad es muy distinta a lo que le prometieron. En LaLiga mantienen el tipo, con 14 puntos y aspiraciones europeas. Pero en la Champions League, el Athletic ha sido un desastre. Dos derrotas en dos partidos, penúltimos en la clasificación y sin señales de mejora. Nico se siente engañado. Esperaba un equipo competitivo, una plantilla reforzada y un plan serio para Europa. En cambio, se ha encontrado con un grupo sin fondo de banquillo ni ambición real. Un escenario que confirma que irse al Barça era la mejor opción.
Su frustración va más allá de los resultados. Fuentes cercanas aseguran que el jugador no se siente respaldado ni por el club ni por el cuerpo técnico. Cree que su renovación fue una estrategia para retener valor de mercado, más que una apuesta real por construir a su alrededor.
Mientras tanto, las lesiones no le han ayudado. La última, en el partido frente a Turquía, donde tuvo que abandonar el campo antes del descanso. Y en el entorno del club algunos empiezan a señalarle por no cuidarse, echándole parte de culpa por la dudosa trayectoria del equipo. La relación entre jugador y club empieza a tensarse. Si la situación no cambia pronto, su historia en San Mamés puede terminar mucho antes de 2035.