Finalmente, Hansi Flick ha sido sancionado con un partido y no podrá dirigir al equipo en el Santiago Bernabéu. La sanción llega tras su polémica expulsión por doble tarjeta amarilla, mostrada por Gil Manzano en el partido contra el Girona. El recurso de impugnación presentado por el Barça ante el Comité de Competición no ha prosperado. De este modo, Flick no podrá sentarse en el banquillo en el primer Clásico de la temporada, y será Marcus Sorg, el segundo entrenador, quien liderará al equipo en el partido. Aun así, el club blaugrana todavía puede explorar vías para que el alemán pueda estar disponible contra el Real Madrid. La entidad recurrirá al Comité de Apelación, que casi seguro adoptará la misma decisión siguiendo la misma línea que el Comité de Competición. En última instancia, el Barça podría solicitar una medida cautelar al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).

Así fue la polémica expulsión de Flick

La expulsión del técnico alemán generó un gran debate. Según el acta de Gil Manzano, la primera tarjeta amarilla se mostró “por aplaudir una de las decisiones en señal de protesta”, mientras que la segunda fue “por hacer un gesto en señal de desaprobación”. Al tratarse de dos tarjetas amarillas y no de una roja directa, la sanción aplicable es de un partido. El Barça recurrió la primera tarjeta, argumentando que los aplausos de Flick eran dirigidos a Frenkie de Jong y no al árbitro. A pesar de esto, el órgano disciplinario ha desestimado el recurso, confirmando la sanción.

A pesar de las imágenes, el Comité de Competición considera que estas no desvirtúan el acta arbitral. Para que este pueda intervenir, es necesario que no haya un error material evidente, ya que, tal como establece el artículo 27 del Código Disciplinario, las decisiones del árbitro sobre hechos relacionados con el juego son definitivas y se presumen como ciertas. 

El corte de mangas de Flick, sin sanción

Después de ser expulsado, apareció una imagen del técnico alemán que dio la vuelta al mundo: la celebración a base de cortes de manga después del gol de Ronald Araújo en el tiempo añadido. Una reacción que, si Gil Manzano la hubiera visto y hubiera incluido en el acta arbitral, podría haber agravado la sanción del entrenador. Sin embargo, no lo hizo, y el Comité tampoco ha entrado a sancionar más al técnico.

Flick, en rueda de prensa, reconoció que no le había gustado su propia reacción, ya que no quería que su nieto lo viera reaccionando así. También aprovechó para declarar su amor por el Barça y todo lo que este club significa para él: "Puede que mis emociones ya no sean las mismas que antes. Recuerdo que, cuando entrenaba al Bayern de Múnich, había imágenes del 8-2 contra el Barça en las que no sonreía a pesar de los ocho goles. Ahora tengo más emociones; puede que este club me haya cambiado completamente. Lo que puedo decir es que amo este club, amo Barcelona, amo a la gente de aquí, es increíble, y doy el máximo por este club. Vivo por el club", aseguró.