Sobre el papel, el Oporto parecía haber hecho un gran negocio este pasado verano al incorporar a una joven promesa como lo es Nico González por solo 8,4 millones de euros, pero lo cierto es que, hasta la fecha, no parece que la operación haya resultado un éxito. El joven mediocampista gallego llegaba al Estadio do Dragao como una de las perlas que el conjunto portugués suele pulir hasta convertir en futbolistas más que contrastados, pero estos primeros pasos de su carrera en Portugal no están siendo fáciles.
Nico no está jugando un papel protagonista a las órdenes de Sérgio Conceicao y, aunque 8,4 millones de euros no son una cifra muy satisfactoria, parece que el Barça podría haberse quitado de encima un problema a un precio razonable. De hecho, el club culé todavía tiene una opción de recompra y le pertenece un porcentaje de una futura venta, pero, a estas alturas, no parece que el FC Barcelona contemple esta opción.
Xavi Hernández y Nico González, poco feeling
Nico González siempre ha sido un futbolista que se ha encontrado más cómodo en posiciones de interior e incluso de mediapunta, pero cuando llegó al filial blaugrana, se instauró como un pivote de garantías y se ganó la fama de futuro Sergio Busquets del FC Barcelona. No obstante, Xavi siempre lo ha visto más como interior que como pivote.
Por esta razón, el club buscó desesperadamente a un pivote durante el pasado mercado estival, haciendo finalmente de Oriol Romeu su fichaje para llenar el vacío que dejó Busquets. El ex del Girona, por solo 3,5 millones de euros, se convirtió rápidamente en la piedra angular del nuevo Barça, decidiendo la secretaría técnica que Nico González no merecía ni ser suplente como pivote porque su perfil no era el preciso.
Se ha llegado incluso a hablar de falta de feeling con Xavi Hernández porque, recordemos, durante los primeros meses del técnico de Terrassa en el banquillo del Camp Nou, el que entonces llevaba el '28' a la espalda fue un futbolista muy habitual en las alineaciones.
Periodo de adaptación
A pesar del cartel que tenía el jugador durante su etapa Juvenil en la Masia, sus primeros años como profesional han sido muy irregulares. La última temporada en el Valencia, por ejemplo, fue una montaña rusa de emociones para él. Empezó siendo suplente, cobró importancia, cayó lesionado durante tres meses y, finalmente, acabó la temporada con crecientes sensaciones. Ahora, en el Oporto, parece en un periodo de adaptación que empieza a alargarse más de lo esperado.