Este fin de semana ha arrancado el Mundial de fútbol femenino en Francia y, lejos de ser un paso adelante en la rotura de la brecha de género en el deporte, las desigualdades siguen marcando el orden del día del campeonato. Esta es la octava edición, enfrente de las veintiuna que han disputado a los hombres, y las diferencias entre ambas competiciones organizadas por la FIFA siguen siendo gigantes.

El fútbol femenino está de moda y por la expectación generada en los últimos meses podría parecer que las mujeres están más cerca de la igualdad. Pero los datos y los hechos son evidentes y demuestran que queda mucho trabajo por hacer. Los perjuicios, las desigualdades, las brechas, el sexismo y una escasa mediatización son también los protagonistas de la competición.

Las cifras

El equipo que se proclame ganador se llevará 3,5 millones de euros, lo que supone diez veces menos que lo que consiguió al campeón del último mundial masculino, Francia en Rusia 2018. El presupuesto total destinado a los galardones femeninos es de 30 millones a repartir entre las 24 selecciones que participan, mientras que en el masculino sólo el ganador ya se llevó más que esta cantidad. En su caso, el presupuesto en premios es de 400 millones, un 1.233% más.

Aunque la FIFA ha aumentado significativamente la inversión al torneo hasta llegar a los 50 millones, la cifra queda bien lejos de los 791 que destinó en el caso de los hombres.

La lucha por la brecha salarial

El salario lo determina cada federación y de los 24 equipos participantes tan sólo 2 cobran lo mismo que sus compañeros nacionales masculinos. Se trata de Dinamarca y Noruega, que después de años de protestas han conseguido equiparar el salario básico. Son las dos únicas selecciones que tienen igualdad y en ambos casos ha sido por las presiones de los futbolistas de las secciones masculinas. En ningún caso ha sido la misma federación  quien ha impulsado por motu proprio la igualdad de condiciones, sino que ha sido un largo proceso de huelgas y protestas.

La selección tricampeona mundial y ganadora de 4 de los 6 Juegos Olímpicos, la de los Estados Unidos, también arrastra desde hace tiempo una larga batalla por conseguir los mismos derechos que los hombres. Aunque sus éxitos deportivos son mayores que los masculinos, sus sueldos y las condiciones profesionales están muy por debajo. Es por eso que las jugadoras decidieron presentar una denuncia por discriminación contra la federación y ahora será el juez quien tendrá que decidir.

La federación norteamericana paga un mínimo a todos los jugadores del equipo masculino que oscila entre los 5.000 y 17.000 dólares sin tener en cuenta los resultados, mientras que esta paga no se ofrece a las mujeres. Ellas sólo cobran si juegan contra los 10 primeros equipos de la FIFA y sólo si ganan: los empates, las derrotas y los partidos contra rivales asequibles no los valen.

La mejor jugadora del mundo boicotea el mundial

Francia 2019 será un mundial sin estrella. Si Leo Messi hubiera anunciado su boicot a Qatar 2022 como forma de protesta, no habría otro tema que dominara la agenda mediática, pero quien lo ha hecho ha sido su homóloga femenina.

Ada Hegerberg, ganadora de la Pelota de Oro y mejor jugadora del mundo, no participará en el Mundial. Su ausencia responde a la lucha que mantiene con la federación de su país, Noruega, para conseguir la igualdad con el equipo nacional masculino. "No se trata sólo del dinero. No existen las mismas condiciones de entrenamiento ni de nivel de profesionalización. Quiero ser fiel a mis principios", argumentó.

Ada Hegerberg efe

Imagen: Hegerber recogiendo la Pelota de Oro / EFE

¿Y en España?

En España, Vergo Boquete, una de las mejores jugadoras, reveló públicamente que en la selección tan sólo cobraba 25 euros en concepto de dietas. Después de la denuncia, la federación decidió subir esta cifra hasta los 40. Aunque los últimos meses parece que el fútbol femenino español gana posiciones, en el Estado existe una gran precariedad entre las jugadoras y es que sólo hay que fijarse en los salarios de la liga.

Hermoso Espana Sudafrica Mundial EFE

Imagen: La selección española en su último partido al Mundial / EFE

En el 2018, el Atlético de Madrid femenino consiguió el título y cada jugadora recibió 54 euros por parte de la federación. El mismo año, cada jugador del Real Madrid se embolsó 300.000 euros para ganar la masculina. Con respecto a la Copa del Rey, la normativa fija que los hombres tienen que recibir una prima de un millón de euros si la ganan y en el caso de la mujer ni siquiera se especifica una cantidad como premio.

Esperanza

Sin embargo, también hay datos para la esperanza. La venta de entradas para el Mundial de este año ha batido récords y se ha alcanzado el sold out en muchos partidos, los sponsors han pasado de ser 3 a ser 18, los partidos se retransmitirán en 135 países y se estima que se llegará a los 1.000 millones de espectadores. Delante de las cámaras, más de 500 jugadoras dispuestas a demostrar que el camino ha empezado y que hay que seguir dando pasos adelante para acabar con las grandes desigualdades con las que todavía choca el deporte femenino.