Leo Messi ha cambiado el césped por las butacas del Camp Nou. El delantero argentino, que se encuentra inmerso en el proceso de recuperación de una fractura al radio del brazo derecho, ha presenciado la primera parte del partido de Champions League entre el Barça y el Inter de Milán desde la grada, al lado de su hijo Thiago.
Messi, vestido con el chándal del club y el brazo inmovilizado, ha descartado ver el partido desde el palco para sentarse al lado del banquillo que ocupan a sus compañeros de equipo.
El Barça, con la actuación más convincente de la temporada, ha superado la primera prueba sin su capitán. El próximo reto será un poco más atractivo y difícil: el Clásico de Liga contra el Real Madrid en el Camp Nou.