Lunes de fiesta, día de Sant Joan, postresaca de la verbena y también de celebración para Leo Messi. La estrella del Barça está de enhorabuena porque se ha clasificado para los cuartos de final de la Copa América pero también porque es su cumpleaños.

Messi cumple 32 años y sigue siendo el alma de un Barça que cada día que pasa ve que su futuro sin el astro argentino será una pesadilla. Con la albiceleste no acaba de brillar, pero vestido de blaugrana es indispensable. Con el argentino todo puede pasar y sin él todo se convierte en un desastre.

El Barça sigue adquiriendo títulos de Liga y le ha pasado la mano por la cara al Real Madrid en la última década. También en la Copa del Rey, a pesar de perder la última contra el Valencia. Pero el gran quebradero de cabeza es la Champions, que el Madrid, su eterno rival, está a la altura de los culés.

La asignatura pendiente es la Champions

Con Messi sólo se han ganado cuatro. Y es sólo porque teniendo para muchos al mejor jugador de la historia, no se lo ha acabado de aprovechar. Lo más duro de todo para los culés es que Messi ya ha hecho 32 años y está más cerca de la retirada cada año que pasa.

Al máximo nivel le quedan unas tres temporadas y al Barça ya le quedan pocas balas para confirmar su hegemonía en Europa con el futbolista más diferencial de la historia. Messi es el mejor y hace cosas inimaginables, pero a pesar de a veces parecer un extraterrestre, es humano.

Messi no es infalible y tiene que estar rodeado de los mejores y los más fieles a su ADN Barça para triunfar. Ya se vio como en la época de Pep Guardiola, con la Masia como figura protagonista y tres finalistas al Balón de Oro (Messi, Xavi e Iniesta), el Barça se convirtió en el mejor equipo de la historia.

Ahora el Barça ha perdido su idea y ficha a talento sin aprovechar el de la casa. A pesar de todo, con talento propio o externo, a Messi se le tiene que rodear bien en sus últimos años como futbolista. Ya lloraremos cuando deje el fútbol, pero hasta entonces, hagámoslo y hagámonos disfrutar.