El caso de Memphis Depay es uno de los que más preocupa en las oficinas del FC Barcelona. El neerlandés llegó en verano con el cartel de estrella y avalado por quién iba a ser su entrenador, su compatriota Ronald Koeman, que lo conocía bien del combinado nacional de su país, donde lo tuvo como seleccionador.

Memphis, relegado a un segundo plano con Xavi

Y tanto en la pretemporada como en las primeras semanas de competición todo parecía encajar a la perfección. Memphis marcaba, lideraba y gustaba, pero todos estos verbos ya hay que formularlos en pasado. Porque bajo las órdenes de Xavi Hernández, el ex del Lyon parece haber caído a un segundo o tercer plano. 

Memphis Depay David López EFE

Memphis controla un balón contra el Espanyol / EFE

Las cifras siguen respaldándole, ya que lleva ocho goles y dos asistencias en liga y se mantiene, por mucho, como el máximo goleador del equipo, pero los números no reflejan la realidad. Porque la realidad es que en las últimas semanas se ha visto a un Memphis apagado, desdibujado y desalmado por el campo, lejos del entusiasmo que contagiaba en sus primeros partidos.

Se perdió tres semanas por lesión, lo que le hizo ausentarse en cinco partidos oficiales, más la Maradona Cup que el Barça perdió contra Boca, pero en sus dos apariciones tras dicha lesión, nada parece haber cambiado. De hecho, lo que ha cambiado es su importancia en el equipo. El partido de Supercopa contra el Madrid era el primero en que Xavi podía contar con casi todos sus efectivos, y se demostró la jerarquía que tiene en su cabeza el entrenador culé.

La última opción en ataque

En ataque salieron Dembélé, que sigue siendo intocable pese a no renovar, acompañado de un Luuk De Jong en estado de gracia y de Ferran Torres, que debutaba tras volver de una lesión de tres meses. No solo no fue titular, sino que antes de que ingresara él al campo lo hicieron tanto Abde como Ansu Fati, que también volvía de lesión.

Luuk de Jong gol Barça Real Madrid FCB

Luuk De Jong volvió a marcar en la Supercopa / FCB

Por lo que fue la sexta y última opción en ataque, teniendo en cuenta que los que se quedaron sin jugar (Neto, Lenglet, Mingueza y Riqui Puig) ocupan otras demarcaciones. Memphis esperaba tener un papel más preponderante en su segundo Clásico, y aunque tuvo el tiempo extra de la prórroga, tampoco aportó mucho.

Su descontento con Xavi va a más, y el club, por petición de su entrenador, sigue buscando un delantero centro, por lo que el rol de Memphis queda todavía más en entredicho. El delantero ya busca opciones que le puedan atraer para salir este mismo enero, pero si ninguna le convence, reactivará su marcha en junio. Tiene decidido irse si su situación no cambia, y Laporta no lo podrá retener, en caso que quiera. Xavi ya ha demostrado que no.