No está siendo un momento nada sencillo para el Real Madrid. El conjunto de Xabi Alonso ha comenzado a encadenar resultados negativos y poco satisfactorios, de la mano de un juego colectivo que deja mucho que desear. Y es que con un Mbappé cada vez más terrenal y sin una idea colectiva capaz de arropar al francés y al resto de estrellas, parece muy complicado que este Real Madrid vaya a ser capaz de sacar adelante una temporada mínimamente buena y aceptable, con algún título para sus vitrinas. Las cosas no van en el sentido que los madridistas desearían y ya no se trata de que las estrellas no presionen, es que hay algo que se ha roto.
Mbappé ha perdido ese punto de magia con el que hacía que cada balón que tocaba fuera gol, Vinicius ya no regatea como antes, Rodrygo no muestra la misma calidad, Camavinga parece en una órbita diferente y ninguno de los jugadores del equipo está a un nivel correcto. Y eso no es más que un claro indicador de que la confianza está por los suelos y que las cosas no van nada bien.
Mbappé y Vinicius no son los únicos en perder la fe
A veces las cosas van más allá de tener una idea de juego en la cabeza. En clubes como el Real Madrid, se trata de ser capaz de transmitir y hacer que las estrellas mundiales sean capaces de creer en el plan del entrenador y mostrar una fe casi ciega en el plan que se les pone delante. Algo que ha pasado en el Barça, pero que en Chamartín ni se intuye, los jugadores no se creen a un Xabi que ya no sabe qué hacer para ganarse la confianza de los suyos.
Hasta el momento los resultados llegaban y tapaban lo que se iba cociendo de puertas hacia adentro. Sin embargo, llegado este momento de la temporada, parece que los resultados ya no sujetan a un equipo que no se cree nada de lo que propone un Alonso que ha perdido el norte y ha logrado que la mayoría del equipo esté desconectado, no sepa qué hacer y que nadie esté con su mejor versión.
Un equipo sin respuestas a nada
La realidad es que el Madrid no tuvo respuesta a nada de lo que le propuso el Elche. Con un equipo de la calidad de los blancos, deberían ser capaces de plantar cara a los franjiverdes. Sin embargo, Sarabia, con su planteamiento y un equipo convencido, fue capaz de quitarle dos puntos y mucho crédito a Xabi Alonso, que ya no es que no cuente con el apoyo de las estrellas, sino que parte importante del vestuario ha dejado de creer en él.
