Kylian Mbappé, lejos de esconderse, ha sido directo con Xabi Alonso. El crack francés ha compartido con el técnico su visión de lo que el equipo necesita antes del Clásico ante el FC Barcelona, el partido más importante de la temporada hasta la fecha. Mbappé cree que hay que tomar decisiones difíciles. Y una de ellas apunta directamente a Jude Bellingham.
El francés, líder indiscutible del vestuario, ha transmitido que no se siente cómodo compartiendo ataque con el centrocampista inglés. Considera que Bellingham no atraviesa su mejor momento, ni físico ni mental, y que su presencia en el once está afectando el equilibrio del equipo. Su propuesta es tan impopular como sincera: dejar a Bellingham en el banquillo en los grandes partidos. Al menos hasta que recupere su prime.
Mbappé señala el bajo estado físico de Bellingham
El argumento de Mbappé no es emocional, sino táctico. Cree que el inglés, tras su lesión en el hombro, ha perdido ritmo y explosividad. “No está al 100%”, se comenta en el entorno del Real Madrid. Los números lo respaldan: el pasado curso, Bellingham firmó 15 goles y 15 asistencias en 58 partidos; esta temporada, apenas un gol y una asistencia en doce encuentros. La diferencia es abismal. Ha pasado de intervenir en un gol cada dos partidos a haccerlo una vez cada seis. Mbappé teme que esa caída de rendimiento le pase factura al equipo justo cuando necesita su versión más sólida.
Además, el francés ha señalado un detalle clave: la química en el campo. En su opinión, Bellingham juega demasiado para sí mismo. Quiere demostrar que ha vuelto, y eso resta fluidez. Para Mbappé, el equipo se atasca cuando el inglés conduce demasiado y retrasa las transiciones ofensivas. En cambio, asegura sentirse mucho más cómodo con Arda Güler, un futbolista que entiende su juego al primer toque y con quien se asocia con naturalidad. Se buscan y se encuentran.
Mbappé prefiere a Güler
En el vestuario, algunos jugadores creen que Mbappé tiene razón: el equipo necesita más velocidad y coordinación en ataque. Otros, en cambio, consideran que cuestionar a Bellingham públicamente puede romper la armonía del grupo. En Valdebebas, nadie duda del compromiso del inglés, pero todos reconocen que no es el mismo de hace un año. La presión, la lesión y el exceso de responsabilidad le han pasado factura.
Por su parte, Xabi Alonso escucha. El técnico alemán sabe que Mbappé no habla por ego, sino por convicción. Pero también entiende que un cambio así tendría consecuencias en el vestuario y en la grada. Sentar a Bellingham en un Clásico sería una decisión histórica, arriesgada, y probablemente muy criticada. Aun así, el entrenador valora la posibilidad de reajustar el sistema, adelantando a Mbappé al centro y dejando a Güler con más libertad entre líneas.
En cualquier caso, Mbappé sabe que el Madrid necesita su mejor versión colectiva para ganar. Por eso insiste: si hay que tomar una medida impopular para volver a ser competitivos, que así sea. En el Bernabéu, lo importante no es quién juega, sino quién gana.