Marc Márquez ha demostrado por activa y por pasiva que no tiene miedo del dolor. El pasado 19 de julio, el piloto de Cervera se rompió el brazo después de caer de su moto en el Circuito de Jerez, donde tuvo lugar el primer Gran Premio de la temporada.

La lesión en el húmero impidió que el grande de los Márquez disputara el segundo GP -que también se celebraba en Jerez- pero hay que recalcar que intentó competir hasta el último momento. Poco después, enseñó a través de Instagram los doce clavos que los médicos habían colocado en su articulación con el fin de curarlo.

Ahora, cinco días después de la segunda carrera del Mundial, el piloto catalán ha compartido una fotografía para enseñar a sus seguidores como sigue llevando a cabo el proceso de recuperación.

En la instantánea podemos ver a un Márquez sin camiseta trabajando con uno de sus asistentes médicos. Y si nos fijamos en la parte derecha de su cuerpo, podemos observar una gran cicatriz en el hombro, una zona que se lesionó el año pasado y que requirió intervención quirúrgica.

El brazo derecho, en cambio, está casi intacto y no hay ni rastro de la operación a la cual fue sometido la semana pasada. Márquez está hecho de hierro. Literalmente.