Manuel Pellegrini lo pidió, lo intentó y lo soñó. El técnico chileno del Real Betis Balompié quería volver a reunir en un mismo vestuario a Dani Ceballos e Isco Alarcón, dos genios andaluces que en su día compartieron vestuario en el Real Madrid y que dejaron huella por su calidad y visión de juego. Sin embargo, el deseo del entrenador verdiblanco se desmorona: el destino de Ceballos está en Francia, concretamente en el Olympique de Marsella, que se adelanta en la puja y consigue una cesión estratégica desde el conjunto blanco.
El Real Madrid, consciente de que el jugador no entra en los planes inmediatos de Xabi Alonso, ha decidido cederlo con opción de compra, cerrando así la puerta a su retorno al Benito Villamarín. Un movimiento que pone fin, al menos por ahora, al anhelo de Pellegrini de contar con Ceballos en el Real Betis.

El Real Madrid y el Olympique de Marsella cierran una cesión con opción de compra
El acuerdo, según fuentes próximas al club, contempla una cesión por una temporada con opción de compra obligatoria de 7,5 millones de euros, más medio millón en variables, además de un 5 % de una futura venta reservado para el club blanco. Una operación inteligente por parte del Madrid, que busca aligerar su mediocampo y liberar espacio para nuevos talentos emergentes de su cantera.
Para el Olympique de Marsella, la llegada de Ceballos supone un golpe de autoridad en el mercado. Roberto De Zerbi, el técnico del equipo galo —que desde el pasado verano insistía en su fichaje— considera que el español puede convertirse en el eje creativo del equipo, capaz de conectar líneas y aportar control en los momentos clave. En Francia, Ceballos tendrá lo que tanto necesitaba en Madrid: minutos, confianza y la posibilidad de volver a ser protagonista.

Dani Ceballos busca minutos y un nuevo comienzo lejos del Bernabéu
Su inminente marcha del Real Madrid marca el fin de una etapa que jamás alcanzó su máximo potencial. Más que un desenlace, se siente como un proyecto inconcluso. Arribó al club con grandes expectativas. Sin embargo, su rendimiento en el campo nunca estuvo a la altura de la enorme expectación generada. De hecho, ninguno de los entrenadores que pasaron por el banquillo —ni Zidane, ni Lopetegui, ni Ancelotti, y ahora aparentemente tampoco Xabi Alonso— le otorgaron la confianza necesaria para ser un titular indiscutible. Su estilo de juego, técnicamente exquisito, se mostró solo en momentos puntuales en el Bernabéu. Las recurrentes lesiones, la feroz competencia en la medular del equipo y las constantes adaptaciones tácticas lo fueron condenando a un rol secundario. Esta temporada, su participación ha sido mínima, jugando solo un puñado de minutos, una situación insostenible tanto para sus aspiraciones personales como para los planes del cuerpo técnico merengue
Fuentes cercanas al futbolista aseguran que su deseo es recuperar su mejor versión y regresar a la selección española, objetivo que se ha visto truncado por la falta de continuidad. En Marsella, el exbético encontrará un entorno favorable: un club histórico, una afición apasionada y una liga que valora el talento técnico y la creatividad, justo las armas que mejor definen al andaluz. Para Manuel Pellegrini, sin embargo, la noticia es un jarro de agua fría. El técnico chileno tendrá que seguir buscando un cerebro para su centro del campo, mientras observa cómo uno de sus grandes deseos se marcha a triunfar lejos de casa.