El Real Madrid gana por la mínima en Leganés en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey en otro partido mediocre (0-1). El gol de Marco Asensio, en los últimos minutos, evita que los blancos sumen el cuarto empate consecutivo, pero no mejora las sensaciones de un equipo muy frágil.

El Madrid no levanta ninguno

En medio de un ambiente enrarecido por las últimas informaciones sobre el futuro de Cristiano Ronaldo, el Madrid ha llegado al estadio de Butarque para intentar detener la sangría de resultados. Zinedine Zidane, a pesar de las urgencias, volvía a apostar por la segunda unidad. Asensio era el referente del equipo en la competición que lo catapultó la temporada pasada.

El Leganés ha demostrado, con una primera muy seria, porque es el tercer equipo menos goleado de la Liga. El partido se jugaba en medio del campo y evitaba las áreas. El Madrid, en el punto más bajo, no se atreve a sacar la pelota desde atrás en condiciones y se pierde en luchas estériles en ataque.

Jesús Vallejo ha pedido el cambio por una lesión muscular y la entrada de Nacho Fernández no ha cambiado la dinámica. Los dos equipos no cometían errores y el talento de los delanteros no descolocaba a los defensas. Mateo Kovacic ha perdonado el 0-1 en la mejor ocasión de la primera después de un error de Rubén Pérez. El Madrid ya no aprovecha ni los regalos.

El Leganés, con la sensación de haber gastado una vida, ha empezado mejor la segunda parte, sometiendo al Madrid, que perdía todas las pelotas divididas. Diego Llorente ha hecho temblar el travesaño de la portería de Kiko Casilla con un remate de cabeza involuntario. Zidane ha movido el banquillo para evitar el enésimo desastre.

La entrada de Luka Modric e Isco Alarcón lo ha dejado todo igual. El Leganés seguía ganando metros con el paso de los minutos y Casilla ha sido decisivo para mantener el 0-0. El Madrid, depresivo y cabizbajo, parecía incapaz de evitar un desenlace anunciado. Asensio, sin embargo, ha dado una pequeña alegría a los aficionados blancos convirtiendo en gol un centro de Theo Hernández en el minuto 89.

El Leganés pierde de manera injusta y comprueba en primera persona el factor diferencial en el fútbol de élite: el gol. Asensio salva el buñuelo del Madrid, que afrontará el partido de vuelta con margen suficiente para no sufrir en el Santiago Bernabéu.