El Chase Stadium pudo disfrutar por primera vez de la dupla que forman Luis Suárez y Leo Messi. El uruguayo marcó sus primeros goles oficiales con el Inter Miami para abrir la goleada contra el Orlando City (5-0). El delantero también fue autor de dos asistencias, una de las cuales fue a parar a la cabeza de su gran amigo, quién también acabó la noche con un doblete.

Con esta victoria, el equipo de Florida se pone líder provisional de la MLS con siete puntos en tres jornadas, después de conseguir un empate en el último minuto contra los LA Galaxy de Riqui Puig. Con un balance de ocho goles a favor y solo uno en contra, no parece que ningún equipo pueda superarlos a la clasificación este domingo.

Luis Suárez abre la lata

El primer gol en el Clásico de Florida no se hizo esperar. A los diez minutos de partido, Luis Suárez ya había hecho dos goles con dos asistencias de Julian Gressel. El delantero demostró su capacidad para anotar con las dos piernas, con dos remates que recuerdan a sus mejores goles al Barça.

Cuando todavía no se había llegado a la media hora, el uruguayo fue generoso para regalarle el tercer gol a su compañero, Robert Taylor. Gressel volvió a filtrar una gran pase para Suárez, que en el mano a mano prefirió cederle la pelota al extremo finlandés para que marcara a placer su segundo gol de la temporada.

Leo Messi cierra la fiesta

En la segunda parte, fue el turno de Messi. El argentino mostró su cara de goleador después de haberse centrado en repartir el juego en los primeros 45 minutos. Arrancando desde su propio campo, Jordi Alba fue superando rivales hasta llegar al área contraria. Su picadita después de la pared con Suárez la despejó Robin Jansson, justo antes de que la pelota traspasara la línea de gol, con la mala suerte de que el rebote contra el larguero fue al pecho de Messi. La gran estrella de Miami, con un solo movimiento, dejó atrás a los dos defensores que lo intentaban incordiar y el portero para marcar el segundo gol con el pecho de su carrera. El primero, ya lo recordaréis, fue a la final del Mundial de Clubs de 2009 contra Estudiantes de la Plata.

Solo cinco minutos después, Suárez le puso un caramelo en Messi que este no desperdiciaría para cerrar la manita con un remate de cabeza. En el 67, el uruguayo sería sustituido por Leonardo Campana bajo los aplausos de su nueva afición, la cual espera poder ver más actuaciones como esta de su nuevo delantero. Los dos tendrán una nueva oportunidad para brillar en la ida de los octavos de final de la Concacaf Champions Cup contra el Nashville.Equipo contra el que, precisamente, el Inter Miami se proclamó campeón de la Leagues Cup.