En el mundo del fútbol español aparece un nuevo referente. Luis Enrique Martínez, nuevo entrenador de la selección española, ahora es la cara más próxima de un país abatido después de la derrota en el Mundial de Rusia. El técnico asturiano, que había provocado la ira del aficionado español en más de una ocasión, pasa de ser un villano a un héroe.

'Lucho' coge al combinado español después del fracaso el pasado mes de julio. España había caído en combate en la fase de grupos en Brasil y esta vez lo ha hecho en los octavos. Nuevo ridículo, acentuado por la fulminación de Julen Lopetegui justo antes del campeonato, que busca en el entrenador asturiano una persona que reconduzca la situación.

Luis Enrique selección española EFE

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La mejor revolución

Desde el triunfo del fútbol total en el 2010 en Sudáfrica y reafirmándose cuando el combinado español levantó la segunda Eurocopa consecutiva en el 2012, la efectividad de 'la roja' empezó a decaer. El juego seguía maravillando, pero en los dos últimos Mundiales y la Eurocopa de Francia del 2016 los españoles revivieron las pesadillas del pasado.

Con Lopetegui en el banquillo la selección española estuvo invicta durante los 20 partidos que dirigió el vasco. Pero su destitución provocó una catástrofe. Fernando Hierro fue el interino que no supo realzar la moral de un equipo tocado y que ahora Luis Enrique revoluciona.

Sin Andrés Iniesta, sin Gerard Piqué, sin David Silva y también sin Jordi Alba, pero con nuevos líderes como Isco Alarcón y Saúl Ñíguez, el equipo ha renacido. Sólo han hecho falta dos partidos y la satisfactoria inauguración de la Nations League para confirmar la gran revuelta de Luis Enrique.

España ya tiene una nueva alegría y un nuevo héroe. Y las portadas de los diarios deportivos de Madrid lo han reflejado estos días después de superar a Inglaterra el sábado pasado, y de dejar sin argumentos a Croacia, la subcampeona del mundo.

As Portada 09 09 2018

Marca Portada 12 09 2018

Luis Enrique es el nuevo amigo

Y es que Luis Enrique fue un futbolista y es un entrenador que hace de montaña rusa. O lo odias o lo amas. Su fuerte carácter y, a veces, prepotente, también ha provocado varios desencuentros con la afición y la prensa de allí donde ha pasado.

Como jugador primero era amado en Madrid cuando era futbolista del conjunto blanco, pero después fue el villano que se marchó a Barcelona y acabó convirtiéndose en el gran enemigo. Un futbolista que pasó de blanco a negro y que fue dejando a muchos detractores.

Ya de entrenador tampoco ha pasado desapercibido. Amado, pero también odiado. Con capítulos de desentendida en Italia cuando entrenaba a la Roma, con una temporada en Vigo, o en sus tres años en Barcelona. La prensa ha sido su rival fuera de los campos y la sala de prensa un campo de batalla.

Un entrenador polémico, que incluso ha sacado de quicio a algunos por declararse "asturiano, español y catalán". Y con su nueva etapa para dirigir a la selección ha aprendido a calmar su discurso. Luis Enrique ya es amigo de la prensa y desde Madrid están muy contentos con él. También porque España gana y alguien que se considera catalán los da alguna alegría.