Robert Lewandowski no ha necesitado discursos largos ni ruedas de prensa para dejar claro su mensaje: va a por todas en la que probablemente será su última temporada como azulgrana. El delantero polaco, que ha comenzado la pretemporada con una actitud ejemplar, ha lanzado una advertencia directa a sus compañeros de vestuario, especialmente a los recién llegados como Marcus Rashford: no piensa ceder su sitio ni un solo minuto sin luchar.

Lewandowski ha compartido con sus compañeros su firme deseo de superar los 30 goles esta campaña y de cerrar su etapa en el club con títulos importantes. A pesar de los rumores sobre una posible bajada de rendimiento debido a la edad, el ariete se muestra más competitivo que nunca.

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La llegada de Marcus Rashford ha encendido aún más su ambición. El inglés, que aterrizó con gran expectación y ya ha causado sensación en los entrenamientos, no ha intimidado al veterano delantero. Todo lo contrario: Lewandowski ve en Rashford un aliado para formar una delantera temible, pero también un estímulo para exigirse al máximo.

El polaco no solo se prepara físicamente para afrontar los retos del calendario, sino que también ha intensificado su trabajo táctico y de liderazgo dentro del grupo. Sabe que muchos mirarán a figuras como Lamine Yamal, Raphinha, Dani Olmo o el propio Rashford para marcar diferencias, pero él está decidido a seguir siendo la referencia ofensiva del equipo.

Hansi Flick, que lo conoce bien, también confía en que el delantero pueda rendir a un alto nivel durante una temporada más. El técnico alemán cree que la competencia sana con otros delanteros podrá sacar la mejor versión de Lewandowski, y por ello no descarta rotaciones ni experimentos ofensivos en los primeros meses del curso.

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Con una plantilla más profunda y variada, el Barça tiene argumentos para soñar. Pero Lewandowski ha dejado claro que no está aquí para pasar el relevo sin más.

Rashford, Lamine y compañía lo saben: Lewandowski no ha venido a despedirse, sino a competir hasta el último día. El mensaje está lanzado. Ahora, el césped tendrá la última palabra.