El guion de siempre en el Santiago Bernabéu. El Barça gana, Leo Messi hace de las suyas, y Sergio Ramos no puede contener su rabia. En el minuto 45 de partido, justo antes del descanso, el central andaluz ha aprovechado una disputa con Messi para propinarle un duro golpe con el brazo en la cara. La acción la ha visto todo el mundo y debería haber supuesto la roja directa, pero el árbitro del partido, Undiano Mallenco, ni siquiera ha señalado falta.

Después de la agresión, el capitán del Barça se ha enfrentado a un Ramos que, un día más, se ha hecho el sueco. Mientras tanto, el VAR, ha considerado que la acción no merecía la revisión del colegiado.

Undiano Mallenco es un árbitro que desespera en gran parte de la parroquia culé. Él fue el colegiado que dirigió una de las finales de Copa del Rey más recordadas de la historia, la de la temporada 2010/11, que el Barça perdió contra el eterno rival por 1-0 después de un recital de faltas sin castigo de los hombres de Mourinho.