Michał Kwiatkowski ha sido el gran protagonista de la 13ª etapa del Tour de Francia, la entrada a los Alpes, una jornada corta, pero explosiva, con el ascenso al Grand Colombier, un puerto de categoría especial que tenía premio, ya que los 3 primeros clasificados tenían bonificación. El polaco ha entrado en la fuga de la etapa, formada por 19 ciclistas, pero antes del ascenso al Grand Colombier ha atacado en solitario, logrando una distancia de 4 minutos que le ha servido para llegar el primero a la meta.

Por atrás, se jugaba la clasificación general. UAE Team Emirates, el equipo de Pogacar, ha llevado la batuta del pelotón, con Vingegaard siempre atento a cualquier movimiento que se pudiera producir. El objetivo del Emirates era atrapar a Kwiatkowski, para que Pogacar pudiera ganar la etapa y, con ello, llevarse la máxima bonificación. Por eso han empezado el puerto con un ritmo explosivo que ha destrozado al pelotón, dejando solos a los primeros clasificados de la ronda gala.

Ataque eléctrico de Pogacar

Pasados unos kilómetros, y tras una conversación de Pogacar con sus compañeros, el Emirates ha bajado el ritmo. El triunfo de etapa ya era imposible, por lo que era mejor guardar las fuerzas para las etapas que están por venir. Y ha sido en el tramo final, a poco más de un kilómetro, cuando Pogacar ha iniciado un espectacular ataque, un hachazo al que solo ha podido reaccionar Vingegaard. El neerlandés, sin embargo, ha acabado cediendo, mientras que Pogacar superaba uno tras otro a todos los ciclistas que perseguían a Kwiatkowski.

Pogacar solo le ha podido recortar 4 segundos a Vingegaard, pero su ataque le ha permitido ser el 3º de la etapa, por lo que se ha llevado 4 segundos más, lo que le deja a solo 9 segundos del líder de la clasificación general, que hoy ha visto como el maillot amarillo ya peligraba. Se avecina un fin de semana que gran ciclismo.

Dos etapas de primera categoría por delante

Y es que este sábado se celebrará una etapa espectacular, 151,8 kilómetros, entre Annemasse y Morzine Les Portes du Soleil, en los que el pelotón deberá ascender un total de 5 puertos de montaña, 1 de 3ª categoría, 3 de 1ª categoría y uno de categoría especial, el último. A diferencia de este viernes, sin embargo, la llegada no será en alto, sino que habrá un descenso final.

Y la fiesta seguirá el domingo, con otra etapa de grandes emociones, con el añadido que los ciclistas ya llevarán un importante cansancio acumulado. El pelotón deberá subir 5 puertos de montaña más, 3 de ellos de 1ª categoría, y con final en alto, lo que garantiza una nueva lucha cuerpo a cuerpo entre Vingegaard y Pogacar.