Este pasado domingo al mediodía, finalizaba en San Sebastián (Guipúzcoa) la 22.ª edición de la Korrika, la carrera popular a favor del euskera que llegaba a su fin después de recorrer 2.500 kilómetros en once días bajo el lema 'HitzEkin', escogido por la AEK para destacar la necesidad de impulsar la lengua vasca. Una edición que se volvía a celebrar después de cancelar la pasada edición por culpa de la pandemia de la covid-19 que ha impactado a toda la sociedad. La Korrika, como ya es tradición desde 1980, recorre todo el territorio vasco cada dos años a pesar de la lluvia o la nieve que ha caído en la última semana y que tampoco les ha impedido su paso. Una festividad muy celebrada por el pueblo vasco que reúne a miles de corredores que participan comprando kilómetros y siguiendo al ritmo de la música y de los animadores, la furgoneta que les marca el camino en defensa de su lengua y tradiciones. 

La Korrika arrancaba el pasado 31 de marzo en la localidad alavesa de Amurrio y, al día siguiente, entraba en la primera capital vasca, en Vitòria-Gasteiz. El 2 de abril la carrera pasaba por Pamplona para dirigirse el día 4 a Donibane Garazi y Maule, pasando el 6 de abril por Bilbao. Su penúltima etapa fue por Baiona y, este domingo, acababa en la capital guipuzcoana de San Sebastián, donde se reunían centenares de personas celebrando el fin de la carrera y disfrutando del buen tiempo que hacía y que llenaba las calles y plazas de la ciudad.


Fuente: Vídeo promocional de la tradicional carrera vasca

La korrika consiste en una carrera en qué los participantes que se apuntan y pagan el kilómetro, pueden disfrutar de llevar el manifiesto oculto que se esconde dentro de la ikurriña y que pasará por centenares de manos hasta llegar a su fin, donde la persona que lo ha escrito, leerá su contenido. Este año, Karmele Jaio ha sido la escogida, la escritora y periodista vasca fue quien llevó al testigo al último kilómetro y la encargada de leer el mensaje final que ha estado oculto durante los 11 días que ha durado la carrera. Bajo la mirada de centenares de personas, Jaio tuvo un recordatorio para todas las personas que trabajan y han trabajado a favor del euskera, invitando a qué la lengua "se sumerja en el barro", se utilice y se mantenga "viva". Además, Jaio ha remarcado que hay que huir de las "etiquetas" y que hay que acabar con la diferenciación entre euskaldunberris y euskaldún zaharras.


"El vasco no es una cosa que tengamos, es lo que somos"


 "La Korrika nos enseña que el vasco no se hace solo con palabras, también con el cuerpo, con las piernas y con las manos que han traído el mensaje", expresó la escritora y periodista, al mismo tiempo que incidía en que "un idioma empieza y se renueva cada día".

Korrika Villar López EFE

Foto: Villar López - EFE

El despido de la carrera estuvo acompañado de numerosas actividades, como música, comida popular, bertsos y actuaciones, repartidas por las ocho zonas habilitadas por San Sebastián: Boulevard, Alderdi Eder, Muelle, plaza Zuloaga, plaza de la Constitución, plaza de la Trinitat, plaza Gipuzkoa y plaza Sarriegi.

La primera edición de la Korrika se celebró en 1980 y se recorrió entre Oñati y Bilbao. Esta carrera popular, que se ha convertido en uno de los actos más importantes a favor del vasco por el número de personas que consigue aglutinar, ya ha celebrado 22 ediciones.