El partido contra el Viktoria Plzen no era más que un trámite, pero que había que superar. Y así lo hizo el Barça, consiguiendo un debut triunfal en la presente edición de la Champions League, y confirmándose como lo que muchos esperan que sea: un candidato a alzarse con el trofeo. Golearon sin piedad a los checos, con un resultado final de cinco goles a uno, pero que pudieron ser muchos más. Sin embargo, la afición se marchó muy contenta.

La ilusión es máxima, y pese a no poder dejar la portería a cero, las sensaciones que se respiran son muy buenas. Y eso que Xavi Hernández decidió hacer muchas rotaciones, y dio la oportunidad de jugar a futbolistas que estaban siendo suplentes, como Franck Kessié, Frenkie de Jong, Sergi Roberto o Andreas Christensen. Incluso Jordi Alba recuperó su puesto en el once inicial, después de varias semanas condenado a estar en el banquillo.

El ’18’ estaba siendo uno de los protagonistas de la actualidad en el Camp Nou, pues se habla de él prácticamente a diario. No es para menos, ya que por primera vez desde que es jugador del conjunto azulgrana no es titular indiscutible, y ha visto como el prometedor Alejandro Balde le ha pasado por delante en las preferencias del entrenador. Y peor se pueden poner las cosas para él cuando Marcos Alonso esté disponible, algo que puede ocurrir este mismo fin de semana.

Pero, al margen de todo esto, el lateral de L’Hospitalet de Llobregat se limitó a jugar y a intentar demostrar su mejor nivel, para ponerle las cosas complicadas al técnico del Barça. Y lo cierto es que hizo una buena actuación, si bien hay que considerar que se enfrentaban a un rival realmente débil, y de un nivel muy inferior. Después de su frustrado fichaje por el Inter de Milán, el ex del Valencia y del Gimnástic de Tarragona espera que se deje de hablar mal de él lo antes posible.

Y la única manera de conseguir esto es que Xavi le dé minutos, y por supuesto, que él los aproveche. Alba sabe que será examinado en cada choque que dispute.

Gerard Piqué, sentenciado por Xavi

Así pues, mientras Jordi tuvo una pequeña reconciliación con todos, Gerard Piqué pudo tener unos pocos minutos. No obstante, en el caso del ‘3’, parece estar sentenciado completamente por Xavi, pues ni siquiera en este tipo de partidos, sin presión ni exigencia, lo colocó en el once inicial.

Queda muy claro, por lo tanto, que simplemente no entra en sus planes, y no tiene espacio en el Barça. ‘Geri’ ahora mismo es la última opción para el eje de la retaguardia.

No le espera un año sencillo…