Julián Álvarez ha irrumpido con fuerza en el fútbol español desde su llegada al Atlético de Madrid en el verano de 2024. En apenas una temporada, el argentino ha demostrado no solo una adaptación fulgurante a LaLiga, sino también que está preparado para liderar el ataque de cualquier equipo del mundo. 17 goles en 37 partidos con los rojiblancos lo avalan. Y en el FC Barcelona, donde ya se trabaja en la planificación de 2026, su nombre ha entrado con fuerza en la agenda de fichajes.
Según ha podido saber ElNacional.cat, Joan Laporta ve en Julián un fichaje estratégico, tanto desde lo deportivo como desde lo simbólico. El Barça necesita renovar su frente ofensivo, con Robert Lewandowski ya en la recta final de su carrera, y en el club valoran muy positivamente la capacidad de Álvarez para combinar intensidad, gol y lectura táctica. Además, su impacto inmediato en el Atleti, bajo la exigencia de Diego Simeone, ha disipado todas las dudas que pudo haber sobre su rendimiento en España.

Un perfil ideal para el Barça de Flick
Hansi Flick, que ya ha manifestado su deseo de contar con atacantes más dinámicos y versátiles, considera que Julián encajaría a la perfección en su modelo de juego. El argentino no es un "9" clásico, pero su movilidad, presión tras pérdida y capacidad para asociarse entre líneas le convierten en un recurso muy valioso para sistemas que exigen alta intensidad y flexibilidad posicional.
Además, Julián ha demostrado carácter competitivo en contextos de máxima exigencia: desde sus actuaciones en el Mundial de Qatar 2022, donde fue pieza clave para Argentina, hasta su primer curso en el Atlético, donde no solo ha marcado goles, sino que ha sido decisivo en partidos grandes. En el Barça creen que es un jugador "de momentos importantes", algo que hoy escasea en el actual vestuario.
Un fichaje posible, pero no barato
El gran obstáculo para Laporta será la negociación con el Atlético. El club colchonero, consciente del valor creciente del jugador, no tiene intención de dejarlo salir por menos de 90 millones de euros, y ya trabaja en mejorarle el contrato para blindarlo más allá de 2028. No obstante, en el Barça confían en que la voluntad del jugador pueda ser determinante si el club blaugrana apuesta fuerte por él.

Por su parte, Julián mantiene un discurso prudente, sin manifestar deseos de salida, pero su entorno no descarta que, si el Barça presenta un proyecto sólido y con ambición, el jugador se muestre receptivo. La posibilidad de liderar un equipo en reconstrucción, en un entorno que valora el juego asociativo y ofensivo, podría ser un paso lógico en su carrera tras su consolidación en Madrid.