Joan Laporta ha sido tajante. El presidente del FC Barcelona le ha comunicado a Marcus Rashford que, si quiere vestir de forma permanente la camiseta azulgrana, deberá aceptar una drástica rebaja salarial. El club está encantado con el impacto del delantero inglés y su rendimiento en el sistema de Hansi Flick, pero la realidad económica del Barça sigue marcando cada decisión: si no se baja el sueldo, no jugará más en el Camp Nou.
Rashford quiere seguir, pero su salario es inasumible
Y es que Rashford, procedente del Manchester United, percibe actualmente más de 300.000 libras semanales, una cifra completamente fuera de los límites del Fair Play financiero de LaLiga. Aunque en el vestuario ya lo ven como uno más y Flick considera que su potencia y verticalidad han marcado la diferencia desde el primer día, la directiva es clara: el Barça lo quiere… pero no puede pagar esa ficha. Los 30 millones de euros de la cláusula de recompra no son el problema. El obstáculo es el salario.

La realidad es que en los despachos del club llevan meses ejecutando una operación de cirugía económica: reducción de masa salarial, reestructuración de contratos y salida de jugadores veteranos que cobraban cifras astronómicas. Por eso, Laporta ha puesto a Rashford frente al espejo. Si quiere quedarse, debe priorizar el proyecto deportivo por encima de un contrato millonario. Y esa decisión, al final, solo depende de él.
El mensaje del Barça: proyecto deportivo sí, sueldo desorbitado no
De este modo, y aunque Rashford se siente valorado por Flick y querido por el vestuario, ahora mismo la pelota está en su tejado. Debe decidir si elige seguir siendo una de las fichas más altas de la Premier League o liderar un proyecto deportivo que le ha devuelto la confianza y la sonrisa. En el Barça saben que el inglés puede ser diferencial durante años, pero no a cualquier precio.
La presión es máxima. Rashford ha recuperado su mejor versión: suma goles, asistencias, desborde y una capacidad física que ha enamorado a la afición culé. Sin embargo, el club no dará un paso atrás. La directiva quiere evitar repetir errores del pasado y Laporta lo ha dejado claro: el modelo es sostenible, o no es.
Así pues, la decisión está tomada. Si Marcus Rashford acepta rebajarse el sueldo, será protagonista en el nuevo Barça. Si no, la etapa habrá terminado antes de consolidarse. Ahora solo falta saber qué elige: dinero… o historia.