No hizo falta referéndum. Simplemente un disparo potente desde una falta, un rechace en corto y un rematador oportuno para que Italia echara a España de Europa. Los últimos campeones murieron en octavos de final de la Eurocopa de Francia. Un gol de Chiellini (33m.) bastó a Italia para confirmar ejecutar el auténtico sorpasso en el fútbol de selecciones nacionales. España ya no es la que era. 

España, que en competición de clubs domina el fútbol europeo, a nivel de país ha dejado de ser la mejor. Piqué, el hombre más odiado en los campos españoles, estuvo a punto de provocar la prórroga en el partido de París, pero Buffon, portero italiano, lo evitó. Un minuto después, Pelé marcó el tanto que eliminó a los españoles de Europa y que llevó el delirio a una Italia que jugará los cuartos de final contra Alemania.

Todo el mundo sabía desde que España perdió la oportunidad de ir por el otro camino de la Eurocopa, que la vía elegida era la más peligrosa. Italia puede ser una selección endeble en el comienzo de una gran competición, pero si pasa la primera fase es un equipo temible. Lo ha demostrado a lo largo de su historia.

Vicente del Bosque apostó por los mismos jugadores que puso en los anteriores tres partidos. Una confirmación de que no tenía nada más o que no confiaba en el banquillo. Los italianos, que han sido siempre buenos estrategas, sabían que ese equipo era digerible y sólo hacía falta bloquear a Busquets y a Iniesta. Así lo hicieron. No se ocuparon de más. Tampoco necesitaban más para controlar el peligro español.

Para ganar, los italianos sabían varias cosas. Tenían que correr más, tener la iniciativa, poner más carácter y presionar a los hombres clave españoles. Y eso también lo ejecutaron a rajatabla. Como si hubieran preparado físicamente más el torneo, Italia demostró potencia y superioridad en todo: en defensa, en velocidad, y, sobre todo, en ambición.

España tuvo en De Gea a su mejor hombre, que llegó a salvar varias ocasiones de los italianos, pero que en el primer gol rechazó en corto el potente disparo de Eder y Chiellini, más listo y más rápido, remató a placer.

El 'sorpasso' es italiano

La selección española no existió durante el primer tiempo. Sólo un tiro a puerta de Buffon por parte de Iniesta inquietó a los italianos. Un triste balance para la selección campeona de Europa. Y sobre todo una confirmación. Se estaba produciendo el auténtico sorpasso. Italia, como selección, era superior a España. Había bloqueado perfectamente las mejores piezas españolas. Había sabido jugar a los campeones, había gobernado mejor el partido, pese a sufrir lo suyo en los últimos veinte minutos, cuando España apretó y gozó de varias oportunidades que Buffon desbarató.

El portero italiano salvó a su selección del empate especialmente en el minuto 89 cuando Piqué remató como delantero centro y con su mano derecha evitó el empate. También en el minuto 76, Buffon demostró su calidad a otro disparo del central catalán.

En busca del empate, que hubiera alargado la vida española en Francia, Italia encontró el segundo gol que acababa con todas las esperanzas españolas. Había fallado el equipo de Del Bosque en la primera parte, en la que Italia fue muy superior, y el 2-0 llegó para provocar el delirio italiano.

 

Los goles

1-0 Chiellini 33'

2-0 Pellè 91' 

 

Alineaciones

Italia: Buffon; Barzagli, Bonucci, Chiellini; Florenzi (Darmian, 84m.), Parolo, De Rossi (Motta 53m.), Giaccherini; De Sciglio, Eder (Insigne, 80m.) y Peelé.

España: De Gea; Juanfran, Piqué, Ramos, Alba; Busquets, Silva, Iniesta, Cesc; Nolito (Aduriz, 46m.) (Pedro, 80m.) y Morata (Lucas Vázquez, 70m.).

Árbitro: Çakir Cüneyt (Turquía).

Amarillas a De Sciglio, Peelé, Motta y Nolito y Busquets.