Después de la exhibición del pasado martes en el Tour de Francia del ciclista vizcaíno Pello Bilbao, que rompió una racha de 5 años y 99 etapas sin un triunfo español en la gran ronda gala de ciclismo, este jueves ha sido el turno del guipuzcoano Ion Izaguirre, que en otra etapa espectacular se ha impuesto en Belleville-en-Beaujolais, después de escaparse en solitario de un grupo que se había formado varios kilómetros atrás. Los perseguidores han intentado darle caza, pero Izaguirre no ha bajado el ritmo y ha llegado a meta solo, celebrando la victoria muchos metros atrás del final.

Todo se ha iniciado en el kilómetro 80, cuando un grupo con corredores importantes de la general, como  Van der Poel y Amador, han iniciado un ataque. Estaba por ver si Pogacar y Vingegaard movían ficha, pero no ha sido necesario. Un segundo grupo, entre los que figuraba Izaguirre, han dado caza a los escapados y se han ido en solitario, ante la parsimonia del pelotón.

"Este es un Tour vasco"

Aquí ha empezado una nueva carrera, sobre todo porque a medida que pasaban los kilómetros quedaba claro que uno de los escapados iba a ser el ganador, que el pelotón no les iba a dar caza. Ha sido entonces cuando Ion Izaguirre ha decidido probar, consciente de que al sprint lo tendría muy complicado. Y el guipuzcoano, con un ritmo endiablado, ha conseguido escaparse, abriendo una brecha que en todo momento se ha movido entre el minuto y los 50 segundos. En el tramo final, Burgaudeau y Jorgenson han intentado darle caza, sin éxito.

"He podido aguantar la diferencia y hacerme con la victoria. Las fuerzas acompañaron en los últimos kilómetros. Mi compañero Martin ha hecho un gran trabajo. Este es un Tour vasco. Empezó en casa y llevamos dos victorias de corredores de casa. Estamos satisfechos, esperamos seguir en esta línea", ha afirmado el veterano ciclista de Cofidis tras cruzar la línea de meta.

Llega la fiesta de los Alpes

La gran etapa que han regalado los ciclistas este jueves tiene más mérito si cabe si se tiene en cuenta que ha sido la previa a los Alpes, las jornadas en las que se acabará de definir la general del Tour. La fiesta empieza este viernes con una etapa espectacular, la subida al histórico Grand Colombier, 17,4 kilómetros con una pendiente media de, 7,1% que hará estragos, una nueva batalla a tumba abierta entre Pogacar i Vingegaard.

Y la fiesta seguirá todo el fin de semana con dos etapas durísimas en las que se ascenderán 1 puerto especial, 6 puertos de 1ª categoría y 1 puerto de 2ª categoría, El colofón del domingo será el ascenso al Saint-Gervais Mont-Blanc. Se vienen, pues, días de emociones fuertes en uno de los Tours más emocionantes que se recuerdan.