Fernando Alonso se ha atrevido a hablar públicamente sobre sus expectativas para la siguiente campaña. Aunque siempre ha intentado mantener un perfil discreto cuando ha sido cuestionado, no ha podido ocultar el optimismo que tiene en estos momentos. Todavía es muy pronto para hacer pronósticos, pero ha declarado que está ilusionado por primera vez en muchos años, y que sabe perfectamente el gran trabajo que han hecho en los últimos meses.
En especial, si hay una figura en la cual hay muchas esperanzas, es en Adrian Newey. Es el ingeniero con más reputación de todos los tiempos dentro de la Fórmula 1, y cuenta con un currículum espectacular, después de su magnífico trabajo en las filas de Williams y de Red Bull. ‘Magic’ está deseando trabajar con él, y poder probar el coche en el cual lleva tanto tiempo trabajando. Porque desde el mes de marzo, no ha descansado en ningún momento.

Incluso obligó a crear una habitación en la fábrica de Aston Martin, para poder quedarse allí durmiendo, y no perder horas de trabajo. Es un obsesionado, y tiene que justificar los 25 millones de euros al año que percibe, un contrato astronómico, que le sitúa por encima de prácticamente todos los pilotos del paddock. Pero Lawrence Stroll no quería desaprovechar la oportunidad de incorporarlo a su proyecto, y evitó que aterrizara en Ferrari.
Alonso tiene muy buenas referencias del AMR 26, y las noticias que le han llegado son todas buenas. Además, otro de los cambios más importantes que habrá en la escudería británica es el motor Honda, que reemplazará al Mercedes que han estado utilizando en los últimos años. Un motor que Newey conoce mucho mejor, ya que es el mismo que utilizaban los Red Bull, que ahora han cambiado a Ford, y que ofrece más potencia, velocidad y fiabilidad.

Han mejorado mucho desde la última vez que el asturiano los utilizó, que fue cuando estuvo en McLaren, hace siete años, cuando eran un auténtico desastre, y tan solo daban dolores de cabeza.
En Honda no perdonan las declaraciones de Alonso
Alonso, en ese momento, no dudó en criticar abiertamente a la fábrica japonesa, y afirmó que los motores que utilizaban no estaban preparados para poder competir en la Fórmula 1.
Unas declaraciones que desde Honda no perdonan, y no olvidarán nunca. Consideraron que era una traición, y varios de sus líderes no han dudado en pedir a Stroll que no renueve a Fernando, quien acaba contrato en diciembre de 2026. Aparte, desde la firma del Ala Dorada quieren que su cara visible siga siendo Max Verstappen, que ya se ha planteado su salida de Red Bull.