MotoGP se enfrenta este fin de semana con el GP de Austria a un cambio técnico que puede tener mucho que decir para lo que resta de temporada. En vista de la general y de la relativa importancia de la modificación, presumiblemente, no le dará la vuelta a la tortilla, pero cabe decir que pone en cierto entredicho la indiscutible hegemonía de Marc Márquez, que sigue sin rival en la parrilla.

El caso es que, nueve años después de que se decidiera que Magnetti Marelli sería la única centralita electrónica para las motos de la categoría reina, llega la primera actualización en este software que 'ayuda' al pilotaje de los protagonistas y rema en favor de una competición más segura. Se trata de la implementación de un control de estabilidad desde el campo electrónico de la moto por el que se disminuyen los derrapes al frenar.

Marc Márquez GP SPA / Foto: Europa Press
Marc Márquez, a bordo de su Ducati / Foto: Europa Press

Contrariedad casi total en la parrilla, con Marc Márquez liderando la causa

Aunque desde las altas esferas de la categoría reina se deja claro que esta modificación se implementa para acortar el camino hacia una MotoGP más segura para los pilotos, prácticamente todos ellos no han dudado en mostrar su contrariedad. La causa la lidera Marc Márquez, precisamente, porque este control de estabilidad reducirá las diferencias marcadas por el piloto.

Por lo tanto, el 93, no hay que decirlo, es el principal damnificado. En cualquier caso, desde Pedro Acosta hasta Pecco Bagnaia, pasando por Marco Bezzecchi, la ola de contrarios a esta nueva propiedad de la parte electrónica de la moto es casi absoluta. El murciano, por su parte, considera que "tendríamos que ir en la dirección contraria" en el sentido de buscar una competencia que dependa mucho más de la habilidad del piloto y no de la capacidad técnica de cada moto.

Pedro Acosta / Foto: EFE
Pedro Acosta / Foto: EFE

El de Aprilia, por su parte, deja claro que "el piloto marcará menos la diferencia y eso no es lo mejor". Mientras tanto, Pecco lo explicaba más en detalle y trataba de valorarlo positivamente, ya que este cambio busca un deporte más seguro. En cualquier caso, el turinés no dejó de reconocer que "no me entusiasma poner la moto en manos de la electrónica" y explicó que, "para mí, tendría que ser el piloto quien siga marcando la diferencia en estas cosas".

Quartararo, la única voz a favor, pero por interés

Y mientras que la contrariedad ha sido prácticamente unánime, quien se ha mostrado a favor de la actualización es Fabio Quartararo. El campeón del mundo de 2021 no escondió que "para nosotros es mejor porque estamos peor en el aspecto electrónico", y es que, también a favor de los intereses de Yamaha, se reducirán las diferencias. Y, desgraciadamente para la mayoría que se ha mostrado en contra, aunque esta opción no es obligatoria, al facilitar el pilotaje, todo apunta a que el control de estabilidad hará que los pilotos rueden más rápido y, por lo tanto, que se acaben decantando por utilizarlla