El futbolista de Bahréin Hakeem al Araibi, reconocido como refugiado por Australia, ha sido puesto en libertad después de estar más de dos meses detenido en Tailandia por una demanda de extradición en su país, lo que desató una mediática campaña internacional. El director general del departamento de Asuntos Exteriores de la Fiscalía General, Chatchom Akapin, ha confirmado a Efe que un tribunal tailandés ordenar la liberación del Araibi, después que la fiscalía retirara la petición emitida por Bahréin.

Según Akapin, el gobierno de Bahréin solicitó a través del ministerio de Exteriores tailandés la retirada de la demanda de extradición, que la fiscalía tailandesa presentó en representación del país árabe ante el tribunal penal de Bangkok, que aceptó la petición. El refugiado ha salido en furgoneta de la prisión Bangkok Remand y, según ha confirmado el primer ministro australiano, Scott Morrison, tiene previsto embarcar esta noche en un vuelo con destino a Melbourne, donde mantiene su residencia.

El futbolista, de 25 años y jugador del equipo semiprofesional del Pascoe Vale, fue detenido el pasado 27 de noviembre a su llegada a Bangkok, donde llegó con su mujer para pasar la luna de miel. El arresto se produjo a raíz de una orden emitida por la Interpol y que contravenía la propia normativa del organismo internacional que establece que el país de origen de un refugiado no puede emitir un requerimiento, como pasó en este caso. En el Araibi llegó a Australia en el 2014 después de huir de su país, donde este año fue condenado en rebeldía a diez años de prisión por daños en una comisaría durante una protesta de la Primavera Árabe.

"Su encarcelamiento fue un grave error, agravado y prolongado mucho más del necesario por las leyes y políticas obsoletas de Tailandia", ha indicado en un comunicado Kasit Piromya, miembro del grupo Parlamentarios del ASEAN para los Derechos Humanos. La demanda de Canberra fue secundada por la FIFA y diversos destacados deportistas, como el inglés Jamie Vardy y el italiano Giorgio Chiellini, entre otros. Uno de los personajes más activos en favor de la liberación del Araibi fue Craig Foster, actual comentarista deportivo y antiguo capitán de la selección australiana de fútbol, que lo visitó varias veces en la prisión.