El Real Madrid atraviesa uno de los momentos más tensos de su temporada. La derrota ante el Celta por 0-2, unida a la mala dinámica de las últimas semanas, no solo ha dejado muy tocado a Xabi Alonso, sino que ha destapado lo que en la capital muchos describen como una fractura interna cada vez más visible. El vestuario blanco vive una situación límite, marcada por la frustración, la falta de resultados y la aparición de dos bandos enfrentados sobre el liderazgo del entrenador.
El partido frente al conjunto vigués fue, según coinciden distintas fuentes del club, un golpe devastador. La intensidad fue baja, el equipo estuvo sin ideas, desordenado y superado en todas las fases del juego. El tanto de Williot Swedberg, de espuela, y el gol final tras un contraataque que dejó a Thibaut Courtois sentado en el césped fueron vistos por muchos como el reflejo perfecto del caos deportivo que atraviesa el Madrid.

División total en el vestuario tras la derrota contra el Celta de Vigo
A las expulsiones de Fran García, Carreras y Endrick, esta última desde el banquillo, se sumó la lesión de Militao, que dejó la defensa en cuadro. El ambiente en el vestuario posterior al encuentro se describe como tenso, frío y cargado de reproches, y dividido en dos bandos.
El primero estaría formado por jugadores que no terminan de confiar en el proyecto de Xabi Alonso. Nombres como Vinícius, Fede Valverde, Rodrygo o Bellingham aparecen en este grupo. Jugadores que vienen diciendo que con Xabi Alonso “no juegan a nada”, pero que anoche, a sabiendas de la nefasta actuación que habían tenido y de la cual era imposible culpar al míster, fueron corriendo a por el árbitro al terminar el partido. No solo eso. Ya en el vestuario, no dejaron de echar la culpa al arbitraje.
El Manchester City de Pep Guardiola será el juez que dictamine el futuro de Xabi Alonso
En el otro lado se situaría un bloque encabezado por Kylian Mbappé, Thibaut Courtois y Dean Huijsen. Futbolistas que, de acuerdo con lo que se ha filtrado, consideran que el verdadero problema es la actitud colectiva, la falta de disciplina táctica y la tendencia de algunos jugadores a “ir por libre”. Este sector defiende que Xabi Alonso sí tiene un plan claro, pero que una parte del vestuario no lo está ejecutando. Uno de ellos es el que habría dicho aquello de que “los árbitros son una excusa de mierda”, tal y como reveló Edu Aguirre en El Chiringuito.

El choque de visiones ha generado un clima de guerra abierta, justo antes del duelo decisivo ante el Manchester City en la Champions League. En el club se habla del encuentro como el examen final para el técnico. Un resultado negativo podría desencadenar su destitución.