El Girona ha derrotado al Sevilla (1-0) y ha roto el maleficio de Montilivi en el momento más importante de la temporada. Los rojiblancos no ganaban en su estadio desde el 27 de octubre del año pasado, pero este domingo, y después de caer en la zona de descenso en la jornada anterior, han renacido gracias al corazón de Pere Pons y el acierto de Portu.

La victoria sitúa el Girona en la 17ª posición con 37 puntos, los mismos que el Levante y el Celta y 2 por encima del Valladolid, que ahora marca la zona de descenso.

Un Girona colosal

La plantilla del Girona está descompensada y quizás le falta un punto de calidad, pero eso no había sido un problema hasta ahora porque el equipo rojiblanco sustituía sus carencias con carácter y orgullo. El día en que se jugaban la vida, los de Eusebio han vuelto a demostrar que cuando estan enchufados pueden plantar cara a cualquier rival.

En la primera parte, los rojiblancos han sido superiores al Sevilla y sólo el travesaño ha evitado que se marcharan a los vestuarios con ventaja en el marcador.

Acompañados por un Montilivi encendido, los futbolistas gerundenses han disfrutado de varias ocasiones muy claras para perforar la portería de los andaluces. Cristhian Stuani, en el minuto 4, ha tenido la primera después de una gran jugada de Pere Pons, pero su disparo ha impactado en la parte exterior de la red.

Bernardo Mudo Vazquez Borja Girona Sevilla @GironaFC

Girona FC

El protagonista rojiblanco, sin embargo, no ha sido el uruguayo. Bernardo Espinosa, un central con alma de delantero, también ha podido marcar en el 23 después de rematar una falta picada por Àlex Granell, pero Tomas Vaclik ha reaccionado con acierto. No sería la única ocasión del colombiano, que 10 minutos después ha enviado la pelota al travesaño en una jugada calcada a la anterior.

El Sevilla, en cambio, sólo se ha acercado a la portería de Yassine Bono en una ocasión. La oportunidad que han tenido, eso sí, ha sido muy clara. Ha sido en el inicio del partido, cuando Munir ha estado a punto de superar al portero del Girona con una vaselina. El marroquí ha respondido con el pecho para salvar a los suyos.

Portu hace justicia

Si la primera parte ha sido buena, la segunda ha sido todavía mejor. Los jugadores gerundenses han saltado al terreno de juego conscientes de que con buenas sensaciones no había lo suficiente. Para salir del descenso, había que marcar.

Así, comandados por un Pere Pons antológico, los de Eusebio han empezado a atacar sin contemplaciones hasta que han cerrado al Sevilla en su área. Cuando se habían disputado 10 minutos de juego Marc Muniesa ha podido estrenar el marcador, pero su remate con la derecha, la mala, se ha marchado por encima del travesaño.

La fe del Girona, sin embargo, no acabaría aquí. En el 62, Pere Pons ha hecho una de sus clásicas arrancadas y, después de una jugada con Stuani en el interior del área, ha regalado el gol a Portu con una sangre fría increíble.

Pere Pons Ben Yedder Girona Sevilla EFE

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A partir de este momento, el Sevilla -que está luchando por entrar en la Champions- ha empezado a buscar la portería de Bono con más insistencia. Joaquín Caparrós ha intentado revolucionar su equipo apostando por el joven Bryan Gil y Eusebio, para contrarrestar su movimiento, ha hecho entrar a Pedro Porro. El sacrificado ha sido un Portu que, más allá del gol, ha demostrado una entrega admirable.

Poco a poco, el Girona ha convertido el partido en un ejercicio de resistencia total, pero hay que decir que ha disfrutado de ocasiones para salir al contraataque. Ante una Sevilla desesperado, Borja García ha podido rematar el trabajo desde la media luna del área andaluza, pero su disparo ha ido demasiado centrado.

Eusebio, amigo del juego atractivo, no ha tenido ninguna contemplación y en el tiempo añadido ha situado un central más en su defensa. Pedro Alcalá se ha inscrustado entre Juanpe y Bernardo para ligar un triunfo que, afortunadamente para los intereses gerundenses, no se ha escapado.

El paso del Girona es importantísimo pero no definitivo. Los rojiblancos abandonan el pozo que lleva a Segunda una jornada después de entrar en él, pero ahora hay que seguir haciendo los deberes. La próxima parada será el Colisseum Alfonso Pérez, un estadio complicado donde el Girona también necesitará sumar puntos como sea.