Victoria con remontada incluida (2-1) del Girona ante el Alavés en Montilivi que da el pase a los octavos de final de la Copa del Rey. Los gerundenses se han apoyado buena parte del partido en el 2-2 de la ida y los cambios de Eusebio Sacristán, después del gol de los visitantes han cambiado una situación que ha sido crítica durante unos minutos.

Sin Stuani y con Doumbia en frente, al Girona le ha costado arrancar sabiendo que el 0-0 los clasificaba. No ha sido hasta a partir del minuto 18 que el partido ha ofrecido dosis ofensivas destacables. De no pasar nada a constantes idas y vueltas de los dos equipos que bien hubieran podido marcar en más de una ocasión. Douglas Luiz con una falta lateral o el intento (muy lento) de Doumbia de driblar al portero del Alavés han sido los más claros del Girona. El delantero de Costa de Marfil no ha tenido su mejor día al no rematar una pase posterior desde el área pequeña.

El Alavés, sin embargo, necesitaba marcar para clasificarse. Y de ocasiones ha tenido. Valery ha sacado bajo palos lo que era el gol visitante y, justo antes del descanso, Burgui ha tenido dos opciones claras. Primero se ha chocado con una mano fantástica de Gorka Iraizoz y un minuto después ha enviado el balón al palo.

Poco participativos

Faltaba un poco de ímpetu en Montilivi. El 0-0 los clasificaba pero había riesgos. Pasaban los minutos y el equipo parecía cómodo con el empate que les daba la clasificación.

Después de un córner local en el que el balón se ha paseado por el área pequeña, el Alavés ha sacado un contragolpe rápido aprovechando que la defensa gerundense estaba descolocada. Buen pase para la carrera de Borja que ha parado Gorka poniendo la mano cuándo intentaba la vaselina. Cuando parecía que la situación estaba controlada, Alcalá se ha hecho el gol en propia puerta intentando rechazar la pelota. Tocaba remontar.

Después del gol se han vivido los minutos más críticos en Girona. El Alavés ha tenido opciones de hacer el segundo aprovechando que los catalanes estaban rozando el KO mental. Los visitantes se han estrellado contra un muro llamado Gorka Iraizoz que ha evitado que las diferencias aumentaran.

La remontada

A Eusebio no le gustaba lo que veía ni lo que transmitía el equipo. Así que ha decidido mover el banquillo para cambiar la dinámica y las sensaciones de los rojiblancos. Entraban Borja García y el desequilibrio de Patrick Roberts. La reacción no tardaría en llegar.

Pérdida de balón del Alavés y falta sobre la misma línea del área que Àlex Granell, con un poco de suerte, ha transformado para empatar y volver a clasificar al Girona. Y todo ha cambiado a partir de aquí. Mucho más tranquilos y conscientes que lideraban el global de la eliminatoria, los catalanes han pasado a dominar el partido con posesión de balón y creando ocasiones con facilidad.

Portu ha sentenciado la eliminatoria antes del 80. Desequilibrio por la banda izquierda de Patrick Roberts, que le ha puesto un centro ideal al murciano. Control con el pecho y cañonazo con la pierna derecha para superar a Sivera y poner el definitivo 2-1.

La mala suerte se ha aliado con Patrick Roberts en los últimos minutos. Roberts ha perdonado en dos ocasiones consecutivas el 3-1 e instantes después ha sufrido una lesión muscular en una carrera que lo situaba en un uno contra uno claro contra el portero visitante. Se suma una nueva baja en el Girona.