La relación entre Giannis Antetokounmpo y los Milwaukee Bucks está más tensa que nunca. Pese a haber conquistado un anillo en 2021, las últimas tres temporadas han sido un constante desencanto deportivo para el griego, con eliminaciones en primera ronda y decisiones cuestionables por parte de la directiva. “Quiero seguir compitiendo por títulos, pero necesito ver compromiso de todos”, llegó a decir el dos veces MVP, alimentando los rumores sobre una posible salida de la NBA o, incluso, su regreso a Grecia.

Sin embargo, la gerencia de los Bucks ha movido ficha de forma sorprendente para frenar la fuga del alma de su franquicia. En un movimiento tan simbólico como estratégico, han firmado un contrato bidireccional con Alex Antetokounmpo, el hermano menor de Giannis y Thanasis, convirtiéndose en el primer equipo en la historia de la NBA que tiene a tres hermanos con contratos activos en plantilla. El mensaje es claro: quieren retener a su estrella a toda costa, incluso apelando a los lazos familiares más profundos.

Giannis Antetokounmpo
Giannis Antetokounmpo

De la gloria a la frustración: la caída libre de los Bucks

Desde que Milwaukee tocó el cielo con las manos en 2021, la caída ha sido pronunciada. Primero fueron los Celtics en 2022, luego el desastre contra los Heat en 2023, y el último golpe llegó esta pasada temporada al ser barridos por los Pacers. Entre medias, decisiones que no han hecho más que erosionar la confianza de Giannis: la salida de Jrue Holiday, el fichaje fallido de Damian Lillard, el despido de Adrian Griffin y la apuesta por Doc Rivers, que no logró dar un rumbo claro al proyecto.

La salida de pilares del anillo como Brook Lopez y Khris Middleton, sumada a la grave lesión de Lillard, parecía el punto de no retorno. Pero la directiva ha reaccionado en este mercado: han liberado espacio salarial, han incorporado a jugadores como Myles Turner, Cole Anthony, Gary Trent Jr. y Gary Harris, y han renovado a piezas jóvenes que cerraron bien el curso anterior. Sobre el papel, la plantilla vuelve a ser competitiva, aunque aún debe demostrarlo en la cancha.

Giannis Antetokounmpo
Giannis Antetokounmpo

Un movimiento emocional con trasfondo estratégico

La llegada de Alex Antetokounmpo no es solo una anécdota familiar. Es un intento claro de reconectar con el núcleo emocional de Giannis, quien siempre ha priorizado el sentido de pertenencia y la cercanía familiar en sus decisiones. La firma de su hermano menor, junto a la renovación de Thanasis, no garantiza victorias, pero sí envía un mensaje de compromiso y afecto que puede pesar tanto como un fichaje estelar.

Este gesto coincide con un momento clave en la carrera del griego, que afronta su decimotercera temporada en la NBA. A sus 30 años, sigue en plenitud física, pero la ventana competitiva se estrecha. Su continuidad en Milwaukee dependerá, ahora más que nunca, de que el equipo sea capaz de competir por el título desde el primer mes de competición.

Lo que está claro es que Giannis no va a esperar eternamente. Si los Bucks no muestran ambición real y resultados concretos, el griego buscará una salida. Spurs, Knicks o incluso algún equipo europeo ya están atentos a lo que pueda suceder en Wisconsin. Este será el año definitivo para el futuro de Antetokounmpo.