La victoria del Real Madrid contra el Sporting de Lisboa (1-2) en la Liga de Campeones se ha cobrado una víctima determinante. Durante el partido contra los portugueses, Gareth Bale tuvo que ser sustituido por una lesión en el tobillo derecho. En una jugada fortuita, el galés se lesionó a solas. Las previsiones sobre el estado físico del delantero no eran optimistas y se han confirmado los peores pronósticos.

Los servicios médicos del Madrid ya informaron de que el jugador sufría "una luxación traumática de los tendones peroneales del tobillo derecho y estará pendiente de evolución" y esta mañana, el mismo club ha hecho público a través de un comunicado que el jugador tendrá que pasar por quirófano.

"No sé exactamente qué tiene, pero es más una torsión que una vez", explicó Zinedine Zidane en la sala de prensa del Estadio José Alvalade. El futbolista estará fuera de combate durante dos meses y, por lo tanto, está descartado para jugar contra el Barça en el Clásico del Camp Nou del próximo 3 de diciembre. La baja de Bale se suma a las ya conocidas de Toni Kroos y Álvaro Morata. Un contratiempo más para Zidane.