El FC Barcelona sigue en plena reconstrucción deportiva y económica, pero en el horizonte ya asoma un mercado de fichajes que puede ser clave para el futuro inmediato del club. El técnico azulgrana, Hansi Flick, ha mostrado paciencia y comprensión con las limitaciones financieras que han condicionado las operaciones de los últimos veranos, pero también ha sido claro con Joan Laporta y la dirección deportiva: de cara al mercado de 2026, quiere dos fichajes de primer nivel para reforzar la plantilla y dar un salto definitivo en competitividad.
El alemán entiende que el Barça ha tenido que priorizar operaciones de bajo coste, cesiones y oportunidades de mercado debido al margen salarial reducido. Sin embargo, Flick considera que el equipo necesita dos piezas estratégicas si quiere volver a competir al máximo nivel en Europa. Y ya tiene nombres propios encima de la mesa: Julián Álvarez y Alessandro Bastoni.

Julián Álvarez, el heredero de Lewandowski
El primero en la lista es Julián Álvarez, delantero del Atlético de Madrid. El argentino es el gran objetivo de Laporta para sustituir a Robert Lewandowski, que a sus 37 años encara el tramo final de su carrera en la élite. Flick está convencido de que el ex del Manchester City encajaría perfectamente en el sistema del Barça: movilidad, sacrificio, gol y capacidad para asociarse con jugadores como Lamine Yamal, Raphinha o Dani Olmo.
El técnico alemán cree que Julián puede ser el referente ofensivo de la próxima década y ha pedido que se haga todo lo posible para que vista de azulgrana. El problema será negociar con el Atlético, un club con el que nunca es fácil alcanzar acuerdos, y que además considera al argentino como su gran estrella de futuro.
Bastoni, el central de garantías para Cubarsí
La otra petición de Flick es un central zurdo de primer nivel. El elegido es Alessandro Bastoni, pilar defensivo del Inter de Milán y uno de los mejores en su posición en el fútbol europeo. Flick ve en él el compañero ideal para Pau Cubarsí, que ya se ha consolidado como presente y futuro de la zaga culé.
Con Bastoni, el técnico ganaría salida de balón, jerarquía y experiencia en grandes escenarios, lo que permitiría estabilizar una defensa que todavía está en plena evolución tras la marcha de jugadores veteranos como Iñigo Martínez.

Un mensaje claro a Laporta
Flick ha trasladado a Laporta que entiende la situación económica, pero también que el Barça no puede dejar escapar la oportunidad de dar un salto de calidad en 2026. El alemán considera que sin refuerzos de este calibre será muy difícil pelear por la Champions League contra gigantes que sí invierten cada temporada en futbolistas top.
El presidente culé, que ya sueña con dar un golpe de efecto en el mercado, sabe que cumplir estas exigencias supondría un esfuerzo económico enorme. Pero también entiende que satisfacer a Flick es clave para consolidar un proyecto que busca devolver al Barça a la élite mundial.