Hansi Flick ha tomado una decisión que pocos entienden, pero que tiene un motivo de fondo: Marc Bernal seguirá sin jugar. El joven centrocampista, considerado una de las joyas más prometedoras de La Masia, apenas ha disputado tres partidos esta temporada, acumulando solo 21 minutos. Y no es por falta de talento. El técnico alemán ha sido claro: el problema es físico, no futbolístico.
Desde su operación de rodilla, el plan ha sido extremadamente cuidadoso. En el cuerpo técnico, todos coincidieron en lo mismo: Bernal no volvería hasta que se cumpliese un año exacto de su recuperación. Ese plazo ya ha pasado, pero Flick insiste en que el jugador aún no está al cien por cien. “Tenemos que cuidarle. No estamos convencidos de que esté listo para partidos de tanta intensidad”, explicó el entrenador, haciendo referencia al ritmo exigente de duelos como el del Sevilla o el del PSG.
Marc Bernal sigue lejos de su mejor versión
El alemán ha querido marcar una diferencia importante con el caso de Gavi. Aunque ambos pasaron por lesiones graves, la gestión del regreso es distinta. “Bernal tiene que mejorar en los entrenamientos, no está en su mejor nivel para los grandes partidos”, confesó Flick. Esa prudencia no se debe a dudas sobre su calidad, sino al miedo a una recaída. En el club son conscientes de que una mala decisión ahora podría hipotecar el futuro de un jugador llamado a ser el pivote del Barça del futuro.
Y es que Marc Bernal se siente preparado. Hizo la pretemporada completa, participó en los amistosos, y llegó a pedir minutos en el Trofeo Joan Gamper de agosto. Sin embargo, los servicios médicos fueron tajantes: no antes de septiembre. Desde entonces, el calendario, los partidos ajustados y los riesgos físicos han dejado al joven fuera incluso de las segundas partes. Flick no quiere arriesgar. “No es el mejor momento para exponerlo”, repiten desde el cuerpo técnico.
Necesita minutos que Flick no puede darle
Su único problema es el ritmo de competición. Cada semana entrena a buen nivel, pero sin minutos en el campo es difícil recuperar la chispa. Cuando ha jugado, lo ha hecho fuera de su posición natural, como ocurrió frente al PSG, y su rendimiento no ha sido el esperado. El entrenador lo sabe y busca el momento justo para reintroducirlo. Quizá en noviembre, como pasó con Gavi el año pasado.
Lo que está claro es que Flick cree en él. No solo lo protege, sino que lo considera una pieza clave del proyecto. En verano, el Barça recibió ofertas de cesión de varios clubes de LaLiga, pero el alemán bloqueó todas. No quería que Bernal se marchara ni que forzara una recuperación apresurada. “Debe hacerlo aquí, en casa, paso a paso”, aseguran desde el club.
Flick lo tiene claro: no va a arriesgar. Quiere que vuelva cuando esté realmente listo, sin miedo, sin dolor, y con la confianza de quien puede sostener al Barça desde el mediocampo. Porque, como repite el alemán, “no hay nada más grave que perder el futuro por correr en el presente”.