Mateu Alemany ha vivido un verano de locos. El trabajo que tenía por delante era tremendo, el de tener que construir una plantilla ganadora sin dinero y con la masa salarial disparada. El director de fútbol del Barça fue logrando todas las peticiones de Xavi Hernández, desde Raphinha a Lewandowski, pasando por Koundé y la renovación de Dembélé. Y no solo eso, pues, Alemany logró cerrar tres fichajes que no han acabado en el Camp Nou por culpa de Xavi, que en el último momento los vetó.

Se trata de Grimaldo, Gayà y Carlos Soler, que iban a venir al Barça para ocupar los puestos que finalmente han sido para Marcos Alonso, Balde y Kessié. Por diferentes motivos, a Xavi no le convencía ninguno de los tres nombres, por lo que le pidió a la dirección deportiva que buscara alternativas. A Mateu Alemany, pues, no le quedó más remedio que hacer borrón y cuenta nueva.

Alejandro Grimaldo Europa Press
Alejandro Grimaldo, jugador del Benfica / Foto: Europa Press

El lateral izquierdo, quebradero de cabeza

Una de las grandes preocupaciones de Xavi era reforzar el lateral izquierdo. No contaba ni cuenta con Jordi Alba, mientras que a principios de verano no veía preparado a Alejandro Balde. Fue por ello que Mateu Alemany se puso a peinar el mercado en busca de refuerzos. El primer nombre que contempló fue el de José Luis Gayà, al que conoce a la perfección de su etapa conjunta en el Valencia. El jugador, que termina contrato en el 2023, aceptó al momento, pero poco después supo que Xavi no lo veía claro.

Mientras, el Barça también se puso en contacto con Alejandro Grimaldo, que tras dejar el club blaugrana ha logrado triunfar en el Benfica. El jugador, como Gayà, estaba entusiasmado con la opción de volver al club, para triunfar en el Camp Nou, además de que la entidad lisboeta estaba por la labor de negociar. Xavi, sin embargo, también lo descartó.

Carlos Soler celebracion gol Valencia Girona / Foto: EFE
Carlos Soler, celebrando un gol con el Valencia / Foto: EFE

Carlos Soler, se quedó sin opciones

Y algo parecido sucedió con Carlos Soler, una de las grandes opciones que ofrecía el mercado español. El centrocampista valenciano estaba encantado y el club ché, con necesidades económicas, se quería sentar a negociar. Todo se cayó cuando llegó a oídos de Xavi Hernández, que no lo acababa de ver claro. Soler tuvo que esperarse, hasta poder concretar su fichaje por el París Saint-Germain.

El entrenador prefería un perfil más físico, como Kessié, y otro más posicional, como Bernardo Silva, por lo que desestimó el fichaje. Era el tercer revés que se llevaba Mateu Alemany, que tuvo que seguir picando piedra para lograr los fichajes requeridos.