El Barça se ha impuesto al Kielce en los penaltis de la final de la Liga de Campeones de balonmano (32-32, y 5-3 en los penaltis)  y ha ganado el 11º título europeo de su historia. El Lanxes Arena de Colonia, en Alemania, ha acogido la tercera final consecutiva del Barça, la 16.ª de su historia. En las semifinales, los blaugrana ganaron al Kiel (30-34), y los polacos batieron al Veszprem por 35-37.

El Barça se adelanta en la primera parte

El equipo de Carlos Ortega ha iniciado el partido con las ideas claras, muy seguro y sin nervios, con una buena defensa. Durante más de 20 minutos el Barça ha estado por delante en el electrónico, controlando un partido con un ritmo rápido, pero que ganaría en intensidad más tarde, en el segundo tiempo.

Los primeros 30 minutos han estado bastante igualados. Los jugadores del Barça han estado bien posicionados, lo que les ha aportado confianza y seguridad. El Kielce, en cambio, ha tirado de fuerza y del físico de sus jugadores y ha conseguido el empate durante unos pocos minutos. El equipo polaco no se ha desenganchado mucho de su rival en el marcador. Un jugador a destacar en la primera parte es el valiosísimo Aleix Gómez, el extremo derecho del Barça, formado en el plantel blaugrana, quien siempre suele ser un jugador determinante para Carlos Ortega.

En la primera parte, había más de media selección española en la pista entre los dos equipos. Por parte del Kielce, los hermanos Dujshebaev, hijos del entrenador, Dani y Alex, y Miguel Sánchez-Migallón. Finalmente, el primer tiempo ha acabado con un resultado muy justo de 14-13 favorable al Barça.

Electricidad en la segunda parte

Durante los primeros minutos de la segunda mitad, todo parecía que iba en la misma línea. Mucha igualdad, tanto en la pista como en el marcador, aunque el Kielce ha puesto una marcha más para ponerse por delante. Gonzalo Pérez de Vargas ha tenido que salvar los muebles en varias ocasiones. El Barça no le ha puesto las cosas nada fáciles al Kielce, que ha tomado la iniciativa, y ha seguido jugando su partido, recuperando el nivel de la primera parte.

El partido seguía igualado, el Barça no se ha rendido y el Kielce, que estaba jugando mejor en la segunda parte, no ha alcanzado desengancharse. Los dos equipos han mostrado una altísima intensidad, y se ha girado la tortilla a partir de los últimos diez minutos en un partido que se ha abierto de golpe. Cualquiera de los dos equipos ha hecho méritos para conseguir la victoria.

El Barça ha cometido un error colosal en la última jugada. Fábregas y Petrus han saltado sobre Kulesh, quien tenía la pelota, y han dejado solo al pivote, Karalec, quien ha marcado el gol del empate, determinando para llevar el partido a la prórroga (28-28).

Una prórroga vibrante y el Barça, campeón en los penaltis

El partido ha continuado igualado, y ninguno de los dos equipos ha dado el golpe sobre la mesa. El partido ha finalizado 32-32 y se ha decidido en los penaltis. Ludo Fábregas ha convertido el penalti decisivo y el Barça ha ganado la Liga de Campeones (37-35).

 

Imagen principal: los jugadores del Barça celebran el título / EFE