En el FC Barcelona se respira tensión. Hansi Flick no está contento. El técnico alemán prepara una auténtica escabechina en el once titular de cara al Clásico. No le gusta lo que ve. Su equipo gana, pero no convence. Hay desajustes, falta de intensidad y jugadores que no están al nivel que exige una cita de máxima exigencia.
Uno de los nombres que más preocupa es el de Jules Koundé. El francés fue, hace no tanto, el pilar defensivo del Barça. El jugador más fiable, el más concentrado, el que imponía respeto. Hoy es lo contrario. Flick lo ve inseguro, lento y sin confianza. Un futbolista irreconocible. Y en el cuerpo técnico ya hay debate sobre si debe jugar en el Santiago Bernabéu o si necesita pasar por el banquillo.

Flick tiene serias dudas con Jules Koundé
Los errores de Koundé ya no son aislados. Son una constante. Pierde marcas, llega tarde a las coberturas y se desconecta en momentos clave. Contra el Olympiacos, Flick lo cambió en los minutos finales. No por precaución, sino por desesperación. El entrenador lo necesitaba firme, pero lo encontró perdido. Y eso, en el vestuario, no pasa desapercibido.
Entre los compañeros hay preocupación. Algunos intentan animarlo, otros evitan hablar del tema, pero una mayoría piensa que Koundé resta más que suma. En partidos anteriores circuló la teoría de que su bajón se debía a la ausencia de Lamine Yamal, y que sin el delantero, los laterales rivales se atrevían a subir más y generaban una superioridad que el francés no podía contener. Pero los problemas han persistido con Lamine en el campo. Y con Koundé desconcentrado, el equipo sufre. Los ataques rivales encuentran espacio, los laterales se exponen y la defensa pierde equilibrio. Flick lo sabe. Por eso prepara cambios. Grandes cambios.
El técnico ha pasado las últimas semanas analizando cada jugada, cada movimiento defensivo. Ha revisado vídeos y ha mantenido conversaciones privadas con el jugador. Pero la respuesta no llega. Koundé no levanta cabeza, y el alemán empieza a cansarse. No es un castigo, pero sí una advertencia. Si no reacciona, su sitio en el once no está asegurado.

Koundé, bajo la amenaza del banquillo
La situación se agrava porque el Clásico está a la vuelta de la esquina. El Barça se juega más que tres puntos. Se juega la confianza, el liderato y la credibilidad del proyecto. Un error defensivo puede cambiarlo todo. Y con Vinícius, Mbappé y compañía enfrente, Flick no puede permitirse dudas. El francés, hoy por hoy, es una.
El entrenador alemán está decidido a sacudir el vestuario. No habrá nombres intocables. Koundé, según apuntan fuentes del club, podría empezar desde el banquillo si no convence en los próximos entrenamientos. Flick quiere intensidad, actitud y compromiso. Y si eso implica dejar fuera a uno de los pesos pesados, lo hará sin titubear.