Mientras que para el resto de equipos de LaLiga EA Sports ha empezado la temporada, para el Girona ha empezado una pesadilla. El equipo de Míchel no está donde tiene que estar y, desgraciadamente, no inspira mejores augurios, al menos hasta que se cierre la ventana de traspasos estival.

Tras un mes de junio desértico con respecto a fichajes y anunciando el primer refuerzo de la nueva campaña el 29 de julio, la entidad blanc-i-vermella ha ido retrasando los deberes hasta que ahora, con la Liga llegando a la tercera jornada, están todos por hacer. Mientras que el equipo necesita incorporaciones que apuntalen el nivel de la plantilla, muchos jugadores tienen la cabeza en las ofertas que les llegan porque, además, el Girona de hoy no es un club que invite a quedarse. El terrible inicio de temporada del equipo y el pesimismo generalizado que cunde tanto en el propio vestuario como entre la afición son los motivos.

Míchel mirada cielo / Foto: Europa Press
Míchel, mirando el cielo / Foto: Europa Press

El Girona tiene medio equipo pendiente de ofertas a menos de una semana que se cierre el mercado

Los dos primeros partidos de la temporada del conjunto gerundense son dignos de película de terror. En el debut en LaLiga, el Rayo Vallecano pasó por encima de los blanc-i-vermells (1-3) en un partido que ya estaba resuelto al descanso, marcado por una actuación para olvidar de Paulo Gazzaniga. Y contra el Villarreal, la cosa fue a peor (5-0).

De la misma manera que el primer gol del Rayo llegó de un error de alevines del portero argentino, el primero del conjunto 'groguet' se originó igual, con una pérdida de balón absurda de Yangel Herrera. No obstante, aunque fue el gol que abrió la lata, el Villarreal no habría tardado en marcarlo a través de otros medios ante un Girona muy, muy flojo. En el minuto 28, el submarino arrasaba 4-0.

El duelo contra el Villarreal fue la gota que colmó el vaso porque no solo se vio manchada la imagen de un club que no hace tanto se estaba codeado con Barça y Real Madrid, sino que, sin ir más lejos, Yangel Herrera pidió el cambio en el minuto 40, supuestamente lesionado. Con su cabeza más en la Real Sociedad que en el Girona, y según el programa Què t'hi jugues, habiendo pedido al club marcharse, el todavía jugador gerundese es uno de los tantos futbolistas que el Girona no tiene el 100% metidos. Como él, hombres como Ladislav Krejčí, con ya todo hecho con el Wolverhampton; Daley Blind, con el interés del Ajax; Bojan Miovski, con conversaciones abiertas con el Rangers; y con Viktor Tsygankov abierto a una salida, el Girona está en jaque.

Krejčí / Foto: Europa Press
Ladislav Krejčí, durante un partido con el Girona / Foto: Europa Press

Una lluvia de millones a reinvertir a contrarreloj

Cabe reclacar que, con los 9 millones de euros ingresados por Miguel y con los 22,5 millones de euros que se ingresarán por Krejčí durante esta temporada — los 7,5 millones restantes se cobrarán el año que viene — más lo que pueda suponer en ingresos el resto de frentes que todavía restan abiertos, el Girona verá caer en sus arcas una lluvia de millones que, eso sí, tendrá que reinvertir a contrarreloj.

Mientras tanto, el ambiente y las sensaciones son tal y como las definió a la perfección Míchel a la conclusión del partido en Villarreal: "Tenemos muchos nombres por aquí pululando y no estamos centrados. Parece que estamos esperando que se cierre el mercado para ver dónde estamos. Estoy muy decepcionado. Oigo mucho ruido y poco foco. En el fútbol tienes que estar focalizado. Si estás pendiente de otras cosas, a la que pasa algo negativo, no das el 100% porque piensas: yo quiero irme. Todo el equipo se impregna de lo que es malo y no somos un equipo", sentenciaba, contundente.